“Como los médicos, buscamos el cáncer antes de que evolucione para poder erradicarlo”. Las palabras de Emilio de Llera en la inauguración ayer del IV Congreso de Estudio de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra esta semana en Sevilla, presentan las bases de un ambicioso plan de la Junta de Andalucía contra las agresiones machistas.
El consejero de Justicia e Interior anunció la próxima puesta en marcha de una programa piloto dedicado a la detección temprana de la violencia de género basado en el análisis de los entornos de las víctimas potenciales. Desde la administración se ve como un verdadero salto cualitativo en su protección.
“No podemos encontrarnos cada día una mujer muerta, queremos parar ese ciclo a través de un plan de acciones coordinadas”, señala el consejero De Llera. “Se trata de la captación de información en los vecindarios, con los hijos, que son verdaderas antenas que transmiten la situación violenta de sus casas, o en centros escolares, para que esta observación de personas que puedan sufrir malos tratos sirva para la detección temprana”, añade el responsable de Justicia e Interior.
La medida está en fase de estudio, aunque muy avanzada, según el consejero. Entre sus objetivos se encuentra “la implicación de toda la sociedad civil” en la presentación de denuncias.
Según cifras oficiales, el número de denuncias presentadas en los dos últimos años ha caído sustancialmente (un 10 por ciento en 2012 en la provincia de Almería). La Fiscalía Superior de Andalucía mostró en su último informe anual la preocupación sobre este fenómeno, como aseveró la delegada de violencia de género, Flor de Torres, participante también en el IV Congreso de Estudio de la Violencia contra las Mujeres, dedicado al impacto de las nuevas tecnologías.
Los boletines trimestrales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) confirman que sólo un 13 por ciento de las denuncias cursadas en la provincia de Almería se impulsaron por personas distintas a la víctima. Por eso la Junta apela al entorno de las víctimas, a familiares, amigos o vecinos que conocen la situación de malos tratos.
De Llera asegura que es “muy importante denunciar y no renunciar después al proceso, es un factor clave para activar todos los mecanismos de protección y atención social a las víctimas que no deben nunca sentirse solas”.
En el mismo sentido se pronuncia Encarnación Aguilar, recientemente nombrada directora general de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas. “Desde que se produce la denuncia tenemos una amplia gama de recursos de protección social y de seguridad”, apostilla.
Según datos de la Subdelegación del Gobierno en Almería, más de 4.900 mujeres cuentan en Andalucía con protección policial activa. En la provincia, hasta el mes de septiembre de 2013, 533 mujeres estaban incluidas en el sistema de protección de las fuerzas de seguridad.
Nuevas tecnologías
Por otra parte, el anunciado plan piloto vigilará la incidencia de la violencia de género entre adolescentes, especialmente a través de las nuevas tecnologías, nuevo caballo de batalla en el sector. “El machismo muta y se adapta a las nuevas tecnologías de la comunicación y las nuevas formas de relaciones sociales, que siguen reproduciendo los estereotipos tradicionales de género y los valores sexistas”, afirma Emilio de Llera.
Este fenómeno aparece con fuerza en las memorias judiciales.
Según la fiscal almeriense Flor de Torres, “se está viendo mucho una alianza del maltratador con las nuevas tecnologías e, incluso, una forma de quebrantar las medidas de alejamiento”. Por tanto, “los operadores jurídicos debemos estar especialmente alerta a esta amenaza”, concluye.
El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) puso en marcha una campaña este año para prevenir el maltrato entre adolescentes.
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