El invierno, azote de monumentos

El intenso frío que de forma habitual visita los pueblos del Valle del Almanzora por estas fechas no aflige solamente a los habitantes de los pueblos de esta comarca almeriense, acostumbrados a los fuertes vientos y nevadas en las cotas más altas.

Desde hace varios años -demasiados-, monumentos desarropados de la estructura y protección necesaria también sufren las adversidades climatológicas cada invierno. El Palacio del Almanzora, ubicado en la pedanía cantoriana de mismo nombre que el monumento y el Santuario del Saliente, en el término municipal de Albox, son dos de las edificaciones que sin duda reclaman una actuación más urgente. Especialmente preocupante es el caso del palacio del Neoclásico.

Sin rehabilitación

Poco cambiaría una descripción actual del estado en el que se encuentra el Palacio del Almanzora de las realizadas en algunos de los numerosos artículos publicados sobre la situación de este Monumento Histórico Artístico en los últimos años. Con la excepción de que de forma periódica, la caída de parte de su tejado vuelve a producirse sin que nadie logre remediarlo. Una hoja de ruta acordada en 2011 entre el Ayuntamiento de Cantoria, la Junta de Andalucía y la asociación Amigos del Palacio establecía los pasos a dar para la rehabilitación del inmueble.

En 2012, con estos plazos ya  incumplidos, la delegada provincial de Cultura achacó la falta de trabajos a que el Ayuntamiento de Cantoria aún no había adquirido toda la propiedad para hacerla pública. Lo único constatable con el paso de los años es que las múltiples reuniones mantenidas entre las diferentes partes, así como  las declaraciones de buenas intenciones de las administraciones públicas no han servido para impedir que este palacio, referente del neoclásico almeriense, se siga cayendo poco a poco a pedazos. Este invierno (uno más) ha vuelto a sufrir las recientes rachas de viento cercanas a los 120 kilómetros por hora.

Casi 300 años

De significante dureza son también las condiciones climatológicas que por estos meses suele aguantar el monumento albojense situado en la Sierra de las Estancias. El Santuario del Saliente lleva años mostrando sin disimulos los daños que el paso del tiempo ha provocado en sus paredes y tejados. Aunque ultimamente se han llevado a cabo pequeños arreglos, la situación del santuario, hogar de la Virgen del Saliente, sigue siendo “preocupante” según Ángel Oller, miembros del consejo rector y del patronato. “No está en situación de ruina pero sí es preocupante porque toda la cubierta está dañada según los estudios que tenemos”, ha indicado.

Hay varias razones para esto, siendo la principal la del paso del tiempo. Transcurridos casi 300 años desde su construcción, la cubierta sigue situada sobre los maderos que entonces se instalaron sin tratar, sufriendo un normal deterioro. Otra de las razones, según Oller, es una reforma realizada hace décadas en la que se introdujo hormigón en “canales y tejas”, añadiendo un “gran sobrepeso” a la estructura. Gracias a los donativos conseguidos en el último Día de la Virgen se realizarán de nuevo trabajos de reparación pero, una vez más, no serán suficientes.