Un albojense en las entrañas de la mayor industria de ocio del mundo

En España la industria de los videojuegos genera más dinero que la del cine y la música juntas. Los últimos datos muestran que, a pesar de ser uno de los años más duros de la crisis, en 2012 el consumo de videojuegos en el país alcanzó los 822 millones de euros.

Para mayor ilustración, una de las últimas superproducciones, Grand Theft Auto V, logró en tres días una recaudación de 1.000 millones de dolares. Algo impensable para la mayoría de las películas más taquilleras de Hollywood. Ángel Muñoz Berbel (1988, Albox), ha estado detrás de una de esas superproducciones.

Sueño cumplido

Este albojense ha formado parte del equipo que ha producido el último juego de una de las sagas de conducción más conocidas en el planeta: Need for Speed Rivals. La fama de este título es tal que Hollywood ya prepara una película con actores de primera basada en él.

Afincado en Inglaterra, donde la empresa para la que trabaja (Electronic Arts) tiene una de sus 25 sedes, el joven que un día soñaba con ser el creador de los juegos que le entretenían durante horas frente al televisor, ha hecho realidad su sueño. Y así lo reconoce. “Sin duda. La verdad es que he tenido la suerte de tener siempre claro lo que quería hacer. Desde que cayeron en mis manos los primeros juegos de consolas como Super Nintendo, crearlos ha sido mi sueño”.

Ahora trabaja dentro de una de las empresas de referencia en el sector, responsable de títulos tan conocidos como FIFA o Los Sims. La labor a la que se ha enfrentado este ingeniero de software suena menos rimbombante de lo que muchos amigos pensaron cuando les contó dónde trabajaría. “Hay gente que cree que me dedico a jugar todo el día. Otros tienen una idea más cercana a la realidad” pero su función, explica, ha sido la de trabajar la interfaz de usuario, la jugabilidad y los gráficos.

Preguntado por las ventajas y desventajas de estar en una de las empresas más punteras en el mundo de la electrónica, solo encuentra elogios para su día a día. “Pertenecer a una empresa como esta ofrece muchas ventajas. Las oficinas y el ambiente son geniales. Se potencia la creatividad y la participación con actividades. Todo ayuda a que te sientas a gusto y en mi opinión, eso se refleja en la calidad del producto final”.

Descubrimiento

Con 25 años, se ha ganado a pulso el puesto que ocupa. Según relata, al terminar sus estudios en España se decidió a dejar atrás su país para estudiar un máster en videojuegos en Hull (Inglaterra). Durante una visita de los responsables de la empresa donde trabaja a los estudiantes, pudo mostrar su trabajo y acto seguido dejó de ser aprendiz para convertirse en un empleado más.

Ahora lo que más les importa es “disfrutar al máximo y aprender más de la gente que me rodea, con una experiencia y un talento increíble. Y quien sabe, estar algún día a su nivel”. Eso sí, del ‘en casa de herrero cuchara de palo’ ni rastro. “Ahora me apasionan los videojuegos aún más. La razón quizás sea que los veo de otra manera y entiendo mejor aspectos con los que quizás antes era demasiado crítico”.

Sin embargo, hay otros “tópicos” de los que no se olvida y que echa en falta en su rutina diaria. “La familia, los amigos... Y el sol y la comida”, lamenta. Una de las pocas cosas que hasta ahora no ha podido conseguir con un mando entre las manos.

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