La fiebre del pádel se extiende por toda la comarca term solutions for them.

El pádel ha conseguido derribar en tiempo récord mitos que se antojaban igual o más altos que los propios muros que rodean las pistas en las que, cada día, cientos de personas en toda la provincia disfrutan de este deporte. No hay descanso. Desde que sale el sol hasta entrada la noche, siempre hay alguien persiguiendo una pelota amarilla en una de las innumerables pistas que en los últimos años han florecido por el Valle del Almanzora como amapolas en primavera.
Sería más rápido enumerar los pueblos que disponen de instalaciones para este deporte que los que carecen de ellas. La democratización del pádel, etiquetado durante años como deporte para una selecta élite, ya es innegable.

Razones del éxito En el Almanzora, donde este fin de semana se ha disputado en Albox uno de los torneos más importantes que se han celebrado en la zona, el pádel se ha convertido incluso en una forma de vida para muchos. Raro es el fin de semana en el que no exista la posibilidad de disputar un torneo.
En realidad, salvo en el caso de los más competitivos, se trata de una excusa para disfrutar de la convivencia o incluso de un medio de recaudar dinero para diversos fines.

Para todos Hombres y mujeres de todas las edades, aquellos que nunca habían practicado deporte ni se lo habían plantado... Todos han descubierto en el pádel una forma de entretenimiento que no han encontrado en otros deportes. “Es un deporte joven. Arrastra a tanta gente porque no se necesita un nivel elevado para disfrutar”, señala como causa de su éxito Miguel Navarro, profesor de educación física y pádel.
Antonio Herrero es un joven albojense que ha aprendido a empuñar la pala recientemente. Entre las razones que le han animado a conocer este deporte indica que “es fácil de organizar; para jugar tienes que buscar solo a tres personas”.
Es uno de los motivos por los que diversos estudios confirman la consolidación del pádel como segundo deporte más practicado en el país.

Más que ocio Y es que el pádel es más que ocio. Bajo su sombra han nacido pistas privadas y tiendas deportivas especializadas y comercios que antes no se ocupaban del pádel se han visto obligados a ofrecer aquello que los jugadores buscan a diario: palas, equipaciones, botes de pelotas... Su repercusión económica, aunque modesta, es innegable. Pero que nadie se olvide. “Me ayuda a desestresarme. Juego con las amigas y luegos nos bebemos unas cañas”, explica Lorena García, albojense de 31 años y jugadora ocasional. Los motivos que ha compartido siguen siendo el motor del vertiginoso crecimiento de este deporte en la comarca y por extensión en la provincia.