Consideran un “acierto absoluto” la nueva modalidad de FP implantada este año en el IES Aguadulce, junto a otros dos centros de la provincia (IES Turaniana y Al-Andalus). Son los cuatro alumnos de segundo curso del Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones Web, los cuarto estudiantes “en alternancia”. “Se trata de una innovación de este curso, propuesta por la Consejería de Educación, por la que los estudiantes alternan la formación en aula con la empresa desde el primer día”, explica Amparo García, directora del IES.
El programa, que en 2013-2014 ha estado en experimentación, ha resultado “un éxito” a tenor de lo que cuentan los cuatro alumnos; y eso que “han tenido que hacer trabajo doble, porque desarrollan la misma materia en dos días de asistencia al aula que la que reciben otros yendo cinco”, apunta José Luis Berenguel, coordinador del curso.
Y los otros tres días, han trabajado en empresas reales, con las que el IES Aguadulce llegó a un convenio el pasado julio. “Fue todo muy rápido, porque la propuesta salió en junio y apostamos por ella. De hecho, el equipo de docentes tuvo que trabajar intensamente ya entrado agosto para ponerlo en marcha”, comenta la directora, que subraya la dedicación del profesorado.
Perder el miedo También la de los alumnos, implicados en este programa. “Es una opción voluntaria”, explica por su parte la profesora Eliana Manzano, “de hecho, para el curso que viene se hará una selección de los alumnos que pasan a segundo curso”. El IES Aguadulce optó por llevar a cabo el programa en segundo, aunque también se puede empezar en primero.
“De otra forma, estaríamos demasiado perdidos”, considera Joaquín Samper, uno de los alumnos. Tras dedicarse a la carpintería y quedarse en paro, Joaquín decidió estudiar el ciclo y encontró un gran apoyo en sus compañeros. Roxana Florina Marinca e Iban López llegaban tras estudiar el ciclo de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas. Ambos declaran que gracias a la alternancia han “perdido el miedo”. “Es una muy buena oportunidad de formarte con las herramientas reales”, dice Iban, de 27 años.
Tan reales que “a veces ajustábamos el temario para resolver dudas a las que se estaban enfrentando en el trabajo”, según cuentan los profesores Eliana y José Luis.
Todos los alumnos han rotado en las dos empresas conveniadas: Exceso y Ruano informática. El próximo curso se podría renovar esta colaboración, además de ampliarse a otras empresas intersadas en implicarse en la formación. “Es una experiencia muy grata en la que aprendes a trabajar en equipo”, añade por su parte el cuarto de los alumnos, Marcos Sánchez, de 50 años. Incluso para las propias empresas. Rubén Escobar, antiguo alumno del IES Aguadulce, comenzó a trabajar en Exceso, donde ya había realizado prácticas de estudiante, y ahora, como compañero de otros estudiantes, subraya la formación que han demostrado los cuatro alumnos en alternancia.
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