Chamán negocia para salvar el verano

Después de que el pasado viernes, a pocas horas de que comenzase un concierto, la Policía Local de Níjar entregó un escrito del Ayuntamiento en el que se prohibía la organización de actuaciones en vivo, los responsables del Chamán no ha parado de buscar una solución que les permita, al menos, salvar el verano.

Según explica la empresa,  “hemos logrado ponernos en contacto con el Ayuntamiento y, actualmente, se está trabajando en una salida jurídica que pueda dar cobertura a la música en directo en el Chamán”.

Además, aseguran que “la programación de conciertos de esta temporada turística seguirá adelante con la normalidad de todos los veranos”. El gran problema que se intenta evitar es la avalancha de multas que les puede caer, independientemente de que sean recurridas y del final que, si se lleva a los tribunales, las denuncias puedan tener.

En cualquier caso, desde la empresa aseguran comprender que “un ayuntamiento vele por el bienestar de sus vecinos cuando éstos son molestados por algún establecimiento hostelero. Pero no ha habido ninguna queja de ningún vecino de Los Escullos sobre el Chamán desde que lo gestiona el actual equipo. Nunca desde el año 2011”, aseguran categóricos.

Asimismo, ponen de manifiesto el hecho de que, desde esa misma fecha, 2011, “no se ha registrado ningún altercado, pelea, denuncia o desorden público en el Chamán”.

El argumento más importante que el Chamán pone sobre la mesa es que  la licencia que actualmente tiene este establecimiento y que es de ‘discoteca’, “está a nombre de su propietario y data del año 1988” y llevan casi 30 años ofreciendo música en directo.

Presencia municipal
Los responsables explican que dicha licencia “es perfectamente válida para la organización de conciertos en muchas comunidades autónomas de nuestro país. A nosotros siempre se nos ha dicho que era legal hacer nuestros conciertos, a muchos de los cuales han asistido miembros del actual gobierno municipal de Níjar”, señala la empresa.

Despidos, primera consecuencia
Las repercusiones inmediatas de una supuesta interrupción de la música en directo en los veranos de la sala Chamán sería que “diez personas residentes en la comarca perderían su puesto de trabajo, aumentando  a quince en el mes de agosto y solo en empleos directos”, según los datos aportados por la propia empresa.