“El viento y el oleaje han esculpido en un antiguo arrecife de coral la blanca cala de Enmedio, una de las más bellas y escondidas del Parque Natural. Faros, molinos de viento y pueblos morunos salpican una costa que todavía se mantiene a salvo del turismo masivo, algo insólito en el Mediterráneo”. Estas palabras sirven de introducción a un amplio reportaje sobre la costa almeriense, fundamentalmente el Cabo de Gata, que la revista HOLA publica en la edición de Estados Unidos, en su versión digital.
El artículo, salpicado de fotos de la cala de Enmedio, el faro de Mesa Roldán y callejuelas típicas de Aguamarga, da cuenta de lo hermoso y especial del lugar: “Es una senda sencilla, bordada de tomillos, lirios y siemprevivas, que conduce sin pérdida posible hasta la playa perfecta: 130 metros de arena brillante, flanqueados por acantilados cóncavos y extensas plataformas de calizas arrecifales, tan blancos que el observador podría creerlos de hielo, si ésta no fuera la esquina más árida y ardiente de la península Ibérica”. ¿Quién podría resistirse ante semejante descripción?
Pero no es la única publicación que se hace eco de las bondades del litoral de Almería. La revista GEO Internacional, ha publicado este verano un número de su serie ‘Book’ -caracterizada por su cuidada edición-, un monográfico dedicado a las 100 mejores playas de España.
De Almería a Pulpí
De este centenar, seis se encuentran en la costa almeriense: El Charco, Los Escullos y Mónsul, las tres en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar; la playa del Sombrerico, en Mojácar; y la playa de los Cocedores o Cala Cerrada, en Pulpí. Es decir, seis playas que abarcan casi todo el litoral almeriense, desde el término municipal de Almería (la de El Charco está en la desembocadura de la Rambla Morales) hasta Cala Cerrada, la última playa de la provincia.
Junto a una espectacular fotografía de cada una de estas playas, la revista da una pequeña explicación sobre dónde está, qué características tiene y qué tipo de servicios -si los hay- podemos encontrar en ella.
Cuenta curiosidades como de dónde le viene el apodo de Los Cocedores a la pulpileña Cala Cerrada, “porque a principios del S.XX había aquí un cocedero de esparto, actividad de la que vivió la zona durante años”. Sobre la del Sombrerico, cuenta que “debe su nombre a un pequeño islote situado frente a ella” y recuerda que “aquí rodó Orson Welles algunas escenas de la película La isla del Tesoro”.
Las 7 maravillas
Si los reportajes de estas reconocidas revistas ayudan a promocionar Almería como destino turístico, igual efecto produce el concurso organizado por una aseguradora para encontrar las 7 maravillas naturales de España, donde el Cabo de Gata quedó en tercer lugar.
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