Llamada urgente a la prevención ante la gota fría

El paso del verano al otoño no solo implica cambios en el armario en el caso de comarcas almerienses como la del Almanzora y la del Levante. Históricamente, estas zonas han sufrido durante los meses de septiembre y octubre catástrofes naturales derivadas en la mayoría de los casos de la gota fría.

Con la llegada de las temidas fechas, los vecinos y administraciones municipales recuerdan a las instituciones competentes los deberes sin hacer en esta materia, a pesar de que catástrofes tan recientes como las lluvias torrenciales de 2012 sigan muy presentes. Uno de los municipios donde el temor a las precipitaciones torrenciales se acrecenta con el paso de los días es Zurgena. El cerro de Las Lomas sufrió varios derrumbes tras las lluvias dos años atrás. El Consistorio ha invertido con ayuda de la Junta alrededor de 300.000 euros en la estabilización del lugar; sin embargo su alcalde, Luis Díaz, recuerda que el cerro aún tiene “peligro de derrumbe”. El regidor añade que el cerro, situado junto a varias viviendas familiares y locales comerciales, se encuentra a falta de “los últimos trabajos” para solventar el problema, por lo que espera aún “las ayudas de administraciones que están por llegar, como el caso de la comprometida en 2013 por parte de la Diputación Provincial”.

Maleza en el río 

En Olula del Río la alarma no llegó a causa del agua sino de las llamas. Un incendio en el río Almanzora en el verano de 2012 sirvió para denunciar el estado en el que se encontraba su cauce. El alcalde, Antonio Martínez Pascual, trasladó a la Delegación de Medio Ambiente  de la Junta un informe del incendio “del día 13 de junio, que tuvo su origen en el cauce del río Almanzora como consecuencia de la gran cantidad de maleza”, reza la notificación, en la que se pide la “limpieza del cauce en todo su recorrido a fin de que estos graves accidentes no vuelvan a ocurrir”. A día de hoy desde el Consistorio aseguran que no han recibido respuesta y que, menos aún, se haya producido la deseada limpieza, indispensable también para evitar desagradables sorpresas en caso de inundaciones.

El de Olula y Zurgena es el ejemplo de dos administraciones municipales, entre otras, que se han adelantado -si bien no actuando por falta de competencias o presupuesto, sí alertando- sobre posibles acontecimientos que acompañen a la llegada de las primeras lluvias una vez pasado el mes de agosto.