Las obras del colegio siguen paralizadas

La Junta de Andalucía adjudicaba, al finalizar el pasado curso escolar 2012-2013, las obras de reforma y mejora del Colegio Andrés Manjón, de Berja, el más antiguo de la ciudad. Fueron adjudicadas a la empresa Goncava S. L. por algo más de 377.125,37 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, con lo que desde la Delegación de Educación en Almería, que dirige la virgitana Isabel Arévalo, esperaban que los trabajos finalizaran para antes de Navidad de 2013.

La actuación se encontraba dentro del Plan de Oportunidades Laborales en Andalucía (Plan OLA) aprobado por el Gobierno andaluz con el objetivo de mejorar las infraestructuras educativas y fomentar el empleo en el sector de la construcción. . Problemas con la adjudicataria provocaron la situación.
El parón de las obras, que debían haber finalizado en diciembre de 2013, denuncia el Ayuntamiento de Berja, persiste, algo que provoca el “asombro” del equipo de gobierno local, pese a que el plazo de ejecución de las obras era de seis meses. Desde el Ayuntamiento consideran “imprescindibles” estas reformas, “para el normal desarrollo de la actividad educativa”. 

Todo ha sido, dicen desde el Ayuntamiento, “una historia para no dormir… cuatro meses después de su inicio, las obras fueron paralizadas, dejando todo a medias; se reanudaron un mes después, en diciembre de 2013, y cuando los padres tenían la esperanza de que por fin se acabasen, a los pocos días se paralizaron definitivamente sin que se haya sabido nada más hasta el día de la fecha.”.

Culpa a la Junta El equipo de gobierno municipal señala cómo responsable de lo que está sucediendo a la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Almería que “sigue sin dar solución a este grave problema, algo que sorprende en la población, máxime cuando la Sra. Delegada es precisamente la virgitana Isabel Arévalo”. El CEPr Andrés Manjón tiene unos 130 alumnos y una decena de profesores. Dispone de Aula Matinal, actividades extraescolares y comedor.

A día de hoy, informan desde el Ayuntamiento, “en la planta superior –en la que se centraron durante los escasos trabajos realizados- quedan por poner algunas persianas; es necesario reparar el suelo, que fue mal colocado; algunas puertas no cierran bien; hay ventanas sin cristales; y no se han hecho las escaleras de emergencia. La planta baja, por su parte, presenta un aspecto aún más desolador: no se ha realizado apenas ninguna obra; hay que reformar la instalación eléctrica; la pintura; el suelo; faltan rejas en el comedor; y en sus aulas se acumula el material de la obra, lo que ha obligado a inutilizarla para el desarrollo del curso escolar, debiendo concentrarse los alumnos y profesores en la planta alta del edificio”.