La sorpresa fue mayúscula en el Ayuntamiento de Arboleas. Dos recibos con la cuota de afiliación del Partido Socialista a nombre del exalcalde y actual portavoz socialista en el municipio, Ángel García, han llegado este año a las cuentas de este Consistorio del Almanzora.
En concreto, se trata de dos recibos de 30 euros. Uno por el semestre comprendido entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2014 y otro que abarca del 1 de julio al 31 de diciembre del mismo año. En total 60 euros en dos emisiones -con fecha de febrero y agosto de este año- en las que coincide el nombre de ‘Ayuntamiento de Arboleas’ como cliente y el del portavoz del PSOE en los datos del deudor. El alcalde del municipio, Cristóbal García (PA), confiesa que detectar un movimiento de 30 euros entre todos los que se producen en torno a las arcas municipales “no es fácil” pero que “en febrero” se descubrió el primero de los recibos y en primer lugar se consideró “un error”. García asegura que el Ayuntamiento comunicó este hecho a la entidad bancaria exigiendo “anular la domiciliación y devolver lo cobrado” aunque tras recibir otro recibo en agosto su percepción cambió. “Uno se puede equivocar una vez , pero si te equivocas todos los días...”, dice.
Las sospechas del regidor aumentan al considerar que “coincide con personas que han gestionado este Ayuntamiento y que su gestión no soportaría la prueba del algodón. Induce a pensar que lo del sello del PSOE no ha sido un equivocación”, afirma para pedir a continuación “que se investigue”. “No vamos a proceder judicialmente”, adelanta, “pero el detalle de pagar el sello de militancia de un partido de las arcas municipales me aparece de gravedad desde el punto de vista de la ética política”, concluye.
La otra versión
Por su parte, el portavoz socialista, Ángel García, ha resumido lo sucedido alegando que “alguien se ha equivocado al enviar los recibos y los ha enviado al Ayuntamiento”, añadiendo que Consistorio “ni ha pagado los recibos”. El exregidor ha mostrado en su perfil de redes sociales los recibos que, aclara, ha pagado “desde 2010, fecha a la que la entidad bancaria se puede remontar, hasta el primer semestre de 2014” por lo que si uno de los recibos “ha ido para otro lado” no lo ha podido saber.
En cuanto a las razones, García cree que la entidad bancaria “se ha podido equivocar a principios de año por la modificación de los IBAN y tiraron de mi nombre o histórico, no lo sé. Peor es si alguien lo paga sabiendo que ese recibo no le corresponde” y ve una mala intención en el trasfondo. “Lo que puede ser un error o confusión de recibos común, en lugar de comunicarme el error, decirme que lo corrija y ya está, montan un espectáculo y me piden explicaciones sobre en qué consiste el error cuando yo tampoco lo sé”, afirma.
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