Cadena y candado para la residencia de mayores

Al final, no ha sido posible. La residencia de mayores Veraparaíso ha cerrado sus puertas y ya está totalmente vacía, de lo que daba testimonio la cadena que abrazaba la verja de la puerta principal. A pesar de los intentos por parte del Ayuntamiento de Vera para que la empresa no cerrara inmediatamente y, así, tener tiempo de buscar una solución.

Desde que el pasado jueves se conoció que la empresa había decidido cerrar y estaba avisando a los familiares para que se llevaran a los mayores, el Consistorio ha puesto a trabajar a sus servicios jurídicos para estudiar qué posibilidades hay, entre las que figuran sacar a concurso una nueva concesión para la gestión del centro o, tal y como comentó a LA VOZ el alcalde, José Carmelo Jorge, asumir directamente la gestión desde el ayuntamiento.

Últimos residentes
Los últimos mayores en abandonar la residencia han sido los que estaban allí por parte del Ayuntamiento, el cual cuenta con 12 plazas para su uso como compensación por haber puesto el suelo sobre el que se levanta el edificio de la Veraparaíso.

Según ha explicado la concejal de Servicios Sociales, Manuela Caparrós, de los ocho que actualmente vivían en el centro, siete han sido trasladados a la residencia que Gerial tiene en Pulpí y uno ha sido recogido por su familia. “Queríamos que todos siguieran juntos porque, al ser de aquí, se conocen y el cambio de domicilio será menos difícil para ellos”, ha comentado Caparrós.

Ahora, no queda nada más que esperar a que el Ayuntamiento tenga en su poder el informe jurídico y tome una decisión para que Vera vuelva a tener una residencia de mayores, tal y como es su intención.