En el museo dedicado al poeta José María Martínez Álvarez de Sotomayor en Cuevas del Almanzora, se encuentra a sus mandos desde hace ahora un año Ignacio López Mulero, aquejado de una gran discapacidad .
Ignacio entró en dicho museo a través de un programa de voluntariado para hacerse cargo de varios de los museos existentes en Cuevas del Almanzora. Dicho programa estaba ofertado a cualquier persona, no sólo a discapacitados, de hecho ninguno de sus compañeros presenta discapacidad alguna.
A Ignacio le dieron la opción de dos museos, la Cueva Museo o el mencionado dedicado al poeta Sotomayor, y prefirió éste último por su situación geográfica en el municipio, en una zona más céntrica, justo enfrente de la Iglesia Parroquial de la Encarnación, en lo que se denomina Casa Figueras.
Pasión por la historia
Allí Ignacio se encarga de explicar a todos los visitantes que pasan por el mismo todos los pormenores de las diversas salas dedicadas al poeta, sus enseres, sus escritos originales, su vida y sus anécdotas, y la verdad es que es una auténtica maravilla la manera tan pedagógica y amena con que se dirige a los visitantes, haciendo alarde a su vez de una preparación histórica envidiable.
Le enseña el museo a todo el que lo visita. En caso de que no sean españoles, suele entenderse en inglés, independientemente del país de donde procedan, siempre que esos visitantes entiendan ese idioma. “La historia que aquí muestro es la de un poeta que vivió en una de las épocas que más me gusta, historia contemporánea, concretamente finales del siglo XIX y principios del XX”, comentaba Ignacio. La afluencia al museo depende de la época del año, en verano aunque haga bastante calor en Cuevas, acude mucha más gente que en la época invernal y son muchos los viajes organizados a los que atiende Ignacio con sus amenas explicaciones.
No es sólo ese quehacer altruista en el museo lo que realiza Ignacio, ya que desde el curso 2011-2012 está estudiando en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) la carrera de Geografía e Historia. Y por si fuera poco, escribe en una revista denominada “Anatomía de la Historia XX”, comenta Ignacio.
“Escribir en la revista surgió porque subo a Facebook bastantes cosas de historia y el director de la revista se fijó en ello y contactó conmigo para que escribiese en ella”, comenta. Sus planes de futuro son seguir en el museo, publicar en la revista, escribir algún libro y continuar con sus estudios.
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