La existencia de tan sólo 22 parejas en Europa occidental hacen de la cerceta pardilla un ave excepcional. La Ribera de la Algaida de Roquetas, uno de los humedales donde habita, supone así una joya para los amantes de la ornitología. Diversos colectivos han insistido en la necesidad de aprovechar su potencial como atractivo para este turismo “en auge, que se cuentan ya por millones. Son sobretodo europeos y norteamericanos, y viajan por todo el mundo tan solo con el objetivo de ver aves. Su objetivo suele ser aquellas especies más raras o escasas. Especies que viven en hábitats singulares, como los presentes en nuestra provincia”, explica Emilio González, presidente de SERBAL, asociación que lucha por la puesta en valor de la zona.
La llegada el pasado lunes de un grupo de aficionados a la ornitología desde Suiza supone un importante ejemplo de las posibilidades del humedal. “La semana pasada, Iberus Medio Ambiente, una empresa altamente especializada en este tipo de turismo, se ponía en contacto con nosotros. Un grupo de suizos los había contratado para llevarlos a aquellos lugares de Andalucía en los que poder ver esas aves únicas y estaban muy interesados en Almería”, relata González: “En nuestra provincia venían con el fin de ver especies como, el camachuelo trompetero, la alondra ricotí, el águila perdicera, la malvasía... y por supuesto una muy especial la cerceta pardilla”.
Turismo sostenible
Durante dos horas, miembros de SERBAL y de Ecologistas en Acción mostraron a los turistas los secretos del humedal situado entre Roquetas y Aguadulce y los guiaron a los mejores lugares donde ver aves y “por supuesto donde ver la cerceta”.
“La excursión fue un éxito. Además de la cerceta pardilla pudieron ver otras aves de mucho interés para ellos como la curruca cabecinegra, el calamón, la avoceta, la garcilla cangrejera..., todo en menos de dos horas y en escasos kilómetros”, añade el presidente del colectivo.
Para González, con actividades como ésta “se demuestra, una vez más, el potencial que tiene la Ribera de la Algaida para el turismo ornitológico, si se acondicionara adecuadamente el espacio”. Un turismo que guarda multitud de ventajas: “Es sostenible y respetuoso con el medio ambiente, los birdwatchers suelen ser de gran poder adquisitivo y alto nivel cultural, que suelen buscar actividades paralelas y buenos hoteles”, mantiene.
Se trata además de un turismo desestacionalizado, “pues es invierno y primavera las mejores fechas para ver aves en estos lugares”. Un turismo, concluye González, “que no podemos dejar escapar. Muchas comunidades, especialmente Extremadura, ya han apostado por él y los resultados le están dando la razón ¿Hasta cuándo vamos a esperar nosotros?”
Sin proteger
El grupo municipal de Izquierda Unida presentó de hecho hace unos meses una moción para el fomento del turismo ornitológico, pero también para la protección del humedal. Y es que, asegura González, el grupo de ornitólogos quedó sorprendido por que “un humedal tan valioso no estuviera protegido, y que existiera incluso un campo de motocross en él, además de la basura y la dejadez de las administraciones. Algo muy distinto a lo que están acostumbrados”.
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