Un falso expolio de restos romanos pone en evidencia la desprotección del patrimonio

De la noche a la mañana los vecinos de la barriada de Almanzora (Cantoria) se han encontrado con dos bloques de piedra en la plaza que preside conocido Palacio del Almanzora. Lejos de lo que algunos pudieran pensar, no se trata de restos encontrados en el mencionado monumento ni de desprendimientos del mismo. Se trata nada menos que de restos de una construcción que data de la época del imperio romano.

La colocación de las grandes piedras que se encontraban abandonadas a su suerte en un ribazo perdido en el campo ha sido provocada por la inquietud y la preocupación de vecinos de la barriada con el apoyo de la Asociación de Amigos del Palacio del Almanzora. Con esta acción persiguen dos objetivos. El primero y más importante es el de denunciar el abandono de los restos romanos ya que, si ellos han podido trasladarlos de manera segura y respetuosa varios kilómetros hasta la plaza, cualquier podría haber hecho lo mismo aunque con otros fines muy distintos y posiblemente delictivos.

Otro de los motivos de esta iniciativa es el de dar a conocer su patrimonio a la población de Almanzora “para que así lo quieran y lo defiendan”, han indicado a LA VOZ participantes en el traslado de las moles.

Ciudad romana “Cuando se jubilaban los generales que habían venido de Roma para la conquista de la Península ya no volvían a Roma, lo normal es que se instalaran en Ciudades Sénior especialmente construidas para que esos guerreros pasaran la última etapa de su vida.

La ubicación de estas Ciudades era exquisitamente seleccionada”, explica la Asociación Amigos del Palacio del Almanzora en una octavilla repartida por la barriada. “El Valle del Almanzora era una zona ideal para ubicar estas ciudades, porque tenía mucha agua, mucho sol y porque por aquí pasaba una  importante ruta de unión del Levante peninsular con la Vía Augusta”, añaden. Entre sus conclusiones, afirman que “una de esas Ciudades, cerca de la actual Almanzora, debió de ser muy importante ya que en su entorno se acumula gran cantidad de piedras y restos cerámicos que atestiguan la existencia de grandes e importantes  construcciones”.

Uso industrial Según el catedrático Rafael Lázaro y el licenciado Santos Agüera,  especialistas en el análisis de restos romanos a quienes el colectivo ha pedido opinión, el destino de estas  piedras era claramente de carácter industrial, pudiendo tratarse de parte de la solera de una instalación destinada a la elaboración de aceite o vino.

Sobre estos bloques, la asociación afirma que “su peso y el escaso número de personas que conocían su existencia garantizaba hace unos años que “seguirían en el entorno de su ubicación original” pero tras su publicación en una revista y en un libro “el número de visitas se ha multiplicado, siendo numerosos los signos de que se están realizado catas ilegales buscando restos arqueológicos, por lo que se ha multiplicado el riesgo de que puedan desaparecer”.

Ante esto, los vecinos han tomado la iniciativa. Ahora, estas ruinas romanas descansan por el momento frente a otra herencia de gran valor que, precisamente, lucha por no terminar convirtiéndose más que en piedras.

Llamamiento a los vecinos de Almanzora

La Asociación Amigos del Palacio del Almanzora ha realizado un llamamiento a los vecinos recordando otros restos desaparecidos como “los pinochos que había en la plaza y su fuente”, “un abrevadero de piedra del Palacio” o “una cocina de hierro de carbón que había en la estación”. Todo para que ahora se defiendan “una ‘piedras’ que tienen más de 2.000 años y que son parte de nuestra historia. Hay que admirarlas, cuidarlas y vigilarlas…”, entiende el colectivo que también pide estar “atentos” al Palacio del Almanzora, para el que “el presupuesto municipal para este  contempla una partida de 90.000 euros” para arreglos.