El robo de colmenas es algo habitual y, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en una lacra para los apicultores y en una forma de obtener dinero fácil para los amigos de lo ajeno. El hecho de que se encuentren en asentamientos aislados en el monte facilita que puedan ser robadas, a pesar de las medidas que los propietarios ponen para intentar que no ocurra. Por ello, para algunos, en el sistema GPS estar la solución.
Joaquín Abad es un apicultor que cuenta con 900 colmenas distribuidas en por diferentes puntos de la provincia -Abrucena, Ohanes, Fiñana o Enix- y de otras como Granada -Dólar o Huéneja-, Cádiz e, incluso, Ciudad Real. Abad ha sufrido hace poco un robo en su asentamiento de Enix donde tienen unas 60 colmenas. Curiosamente, fue él mismo el que descubrió sus colmenas en la explotación de otra persona, denunciado los hechos inmediatamente a la Guardia Civil, lo que le ha permitido recuperarlas.
Inhabilitado para siempre
“Lo primero que habría que hacer es que el que robe no pueda volver a tener colmenas nunca más”, señala este apicultor como primera medida de lucha contra los robos. Además, en un colmenar, todas las colmenas deben estar marcadas y tener visible el número de explotación a la que pertenecen, lo que ocurre, es que los ladrones, borran o modifican estas marcas.
Según explica Abad, actualmente se está dotando a las colmenas de coordenadas, lo que, en su opinión, facilitará la detección de cajas que no estén donde deberían.
Sin embargo, Joaquín Abad cree que el futuro está en el GPS. “Antes un sistema GPS era muy caro, pero ahora son más asequibles y te garantizan tener localizadas tus colmenas en todo momento. Ese es el futuro”.
En cuanto a las causas por las que los robos se han convertido en habituales, Abad explica que el precio de las colmenas y de la miel se ha incrementado mucho en los últimos años. “Antes, una colmena podía costar entre 40 o 50 euros, pero ahora se pueden llegar a vender por 100 y hasta 200 euros”. Los enjambres tempranos son también muy apreciados, sobre todo en el norte. Así, mientras que aquí se puede pagar unos 80 euros, en el extranjero pueden llegar a los 180.
Artículo de lujo
En cuanto al precio de la miel, también ha subido, ya que hasta hace poco “un kilo podía costar un euro, pero ahora se vende a unos cuatro”. Las razones de este incremento en el precio de la miel son, en opinión de Abad, la escasez de lluvia, que haya menos colmenas y la bajada en las exportaciones de miel de China. “Todo esto junto hace que la miel de calidad se haya convertido en un artículo de lujo”, afirma.
En cuanto a la subida de los precios de las colmenas y los enjambres, la razón es el uso cada vez más extendido de las abejas para la polinización en la agricultura, donde Almería está a la cabeza.
80.000 abejas viviendo bajo un mismo techo
La colmena más habitual en España y, sobre todo en Andalucía es la que utiliza cuadros layens (nombre de su inventor Georges de Layens quien modificó el tamaño de una colmena de cuadro móvil en 1874) y que permite moverla de un lugar a otro siguiendo la floración.
En cada una de estas colmenas se instalan 12 cuadros y, en total, en ella pueden vivir entre 60.000 y 80.000 abejas. Por su parte, un enjambre está compuesto de una reina y unas 30.000 abejas. Suelen dar una cosecha de miel al año, pero si se mueven, pueden llegar a dar dos o tres.
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