La devoción al Santísimo Cristo de la Luz llena Dalías de pólvora y flores

Entre vivas, aplausos, lágrimas de emoción, junto con las bombas y cohetes lanzados al cielo, como oraciones de los dalienses, la venerada imagen del Santísimo Cristo de la Luz hacía su salida, desde la iglesia parroquial de Santa María de Ambrox, sobre tu trono que iba portado por sus horquilleros. 

La gran devoción de cuantas miles de personas acudieron ayer a la localidad daliense, unos a pie, en peregrinación; y otros en vehículos e incluso en autocares, llegados de todos los rincones de la provincia y de buena parte de la geografía nacional, llenaban las calles del recorrido del Santísimo Cristo de la Luz.

La salida
La plaza se llenó de intenso olor a pólvora con los muchos metros de bombas que el Ayuntamiento de Dalías había preparado para la salida de la imagen. Unos sonidos que se mezclaban con las muchas docenas de cohetes que en esta edición, el Ayuntamiento y la Peña Amigos de la Plaza han lanzado desde el antiguo recinto ferial. Para esta edición, el consistorio daliense había preparado medio kilómetro más de bombas. 

Las promesas
Numerosos devotos han acompañado al Santísimo Cristo de la Luz durante su recorrido por las estrechas y bellas calles de la localidad, unos con velas en las manos y en algunas ocasiones, hasta descalzos. 

Han sido muchos momentos los vividos durante todo el recorrido. Uno de ellos, que organiza la Peña la Petalá, volvió a provocar emoción entre los presentes, con la gran cantidad de pétalos de flores que la lanzaron a la imagen. 

La Peña de la Luz, que ha mantenido su ubicación, como lo viene haciendo tradicionalmente, en Fuente Peralta, ha sorprendido a todos con las ocho carcasas que ha quemado este año, tres más de las que quemó el pasado año, más las ochocientas docenas de cohetes. Durante el itinerario los cohetes y bengalas fue la nota destacada.