El secretario de Estado norteamericano, John Kerry inicia esta tarde su visita institucional a España sin que de forma oficial se haya confirmado si en su agenda se incluye la firma del convenio que hará que, cerca de cincuenta años después, se retire de Palomares toda la tierra contaminada por los residuos radiactivos de las bombas que cayeron en enero del año 1966.
En las últimas semanas se anunció esta posibilidad, pero nunca se ha confirmado oficialmente, y poco se sabe del contenido del convenio, lo que llevó al alcalde del municipio, Antonio Fernández, a dirigirse el pasado miércoles a la Subdelegación del Gobierno y al Ciemat, con la finalidad de conocer los términos reales de la negociación que se desarrolla entre los Gobiernos de España y Estados Unidos.
Por el momento, Fernández sólo ha visto como su cita con el Ciemat prevista para el jueves 8 de octubre finalmente fue suspendida y ha vuelto a ser convocado para el próximo martes, después de la visita de John Kerry.
Negociación “¿Qué se va a firmar? Eso es lo que queremos saber, porque si es verdad que se van a llevar la arena contaminada a cambio de no exigir nunca más nada, Cuevas y Palomares no está de acuerdo”, explica el dirigente municipal, temeroso no sólo de que tres años después de la limpieza puedan detectarse índices altos de radiactividad, sino también de la imagen de la zona.
“Palomares, Cuevas, todo el levante, tanto en agricultura como en turismo, se verá afectado por el continuo paso de camiones señalizados como que contienen material radiactivo durante un periodo que puede durar entre dos o tres años según ha trascendido”, incide el dirigente municipal, quien está dispuesto a sentarse para fijar un plan de responsabilidad que beneficie a los vecinos de la zona y que contemplaría de forma ineludible la construcción de un Museo de la Bomba, y una campaña de promoción turística y agrícola duradera en el tiempo.
Discreción Dispuesto a adelantar su viaje a Madrid previsto el martes para poder reunirse con mandatarios estadounidenses a quien plantear las necesidades de la zona, Antonio Fernández no duda en que mostraría a John Kerry la necesidad de “actuar con celeridad, discreción y de invertir en la zona”.
Por otra parte, el primer edil cuevano se muestra a la espera de que se produzca la firma y comprobar si el anuncio no se trata de una “cortina de humo, para evitar la efeméride reivincativa que ya hemos anunciado para el próximo año”. Se basará en una programación cultural para dar normalidad a un “hecho histórico con el que hemos de convivir”.
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