Los británicos, pilar económico de empresas y negocios del Almanzora

La unanimidad al preguntar por la relevancia de los clientes británicos en Arboleas y le Almanzora llega a tal punto que se hace difícil pensar que se trata de una mera coincidencia. Prácticamente todos  los empresarios del polígono industrial de Arboleas coinciden al señalar que los vecinos de origen británico suponen más del 40% de la clientela.
En algunos casos, esa cifra es superada con creces, como ocurre en algunos locales de ocio (boleras, cervecerías, restaurantes...) de tal forma que el dibujo y la actividad comercial e industrial de media comarca ( sobre todo en  los pueblos de Albox, Arboleas y Zurgena) no sería, ni de lejos, el mismo que en la actualidad.

Más calidad y gasto Son las dos en punto de la tarde. De las doce pistas con las que cuenta una conocida bolera de la comarca ubicada en el término municipal de Arboleas, ocho están ocupadas por familias que hablan la lengua de Shakespeare. No cuesta mucho diferenciarles de los oriundos.
Las cuatro pistas restantes están desiertas a esta hora del día que, bien es cierto, es poco amable para la presencia de españoles. La escena se repite al mirar a las mesas del comedor. Cuatro mesas, cuatro familias de procedencia extranjera. Se trata del paradigma de los beneficios económicos que lleva años generando la población británica en numerosos negocios del municipio de Arboleas y su comarca.

En otras empresas cercanas el porcentaje de clientes disminuye pero resulta fundamental para que los negocios hayan llegado hasta estos días sorteando la crisis económica. Así lo confiesa José María Ávila, responsable de la tienda de muebles ‘Línea Nueve’. 

“Para nosotros el cliente británico, aunque ultimamente también el belga, supone un 40% o más”, detalla mientras carga el camión en la puerta de sus instalaciones. Desde el puto de vista de José María, el ciudadano británico que “normalmente busca un producto de mayor calidad” y por lo tanto, más caro que el cliente español, ha sido maltratado, y no solo por las administraciones. Algo en lo que coinciden muchos vecinos y empresarios preguntados. “Les han engañado muchos abogados, notarios, constructores... les ha engañado casi todo el mundo”, lamenta.

Sin embargo, este sector de la población que en casos como el de Arboleas superan el 50% de los vecinos del municipio siguen siendo un pilar fundamental para la subsistencia de negocios y para el nacimiento de otros nuevos. “Sobre un 50% como poco es de origen británico”, coincide Ángel, de la empresa Mármoles y Granitos Martínez Amorós. No es en lo único en lo que coincide con otros preguntados. De igual manera reconoce que son clientes “que buscan más calidad y a la hora del pago también suelen ser algo más formales”.

‘For sale’ En este polígono industrial los coches que se muestran al pie de la carretera no tienen sobre el capó un cartel de ‘Se Vende’ sino un ‘For Sale’. La peluquería tampoco duda al colocar un letrero de ‘hair dressing and beauty salon’ (peinados y salón de belleza).
Frente a estos carteles se encuentra otro de los negocios para los que, de no haber existido la llegada de los británicos, se les habría hecho mucho más cuesta arriba llegar a 2015. Se trata de una ferretería, entre ortos servicios. “vienen ingleses, alemanes, belgas... De todo lo que hay por aquí. El porcentaje llega al 50% más o menos. Son un cliente muy diferente porque, eso sí, son muy exigentes y si se queda a una hora es a una hora”, cuenta José Teruel.
Situaciones que se recrean en otros pueblos cercanos e incluso en el casco urbano arboleano, donde no es extraño encontrarse con la bandera británica hondeando a la puerta de cafeterías o restaurantes. Una realidad que ha marcado la forma de ser -y de trabajar- de miles de habitantes de una comarca que mira de reojo los avances que últimamente se está produciendo para asegurar la estabilidad urbanística de este sector de la población. Les va el trabajo y media vida en ello.