Desalojan al okupa de Casa Siret tras nueve años atrincheado

El intruso abandona la hacienda pública de Las Herrerías por resolución judicial sin oponer resistencia

La Casa Siret en Las Herrerías (Cuevas del Almanzora).
La Casa Siret en Las Herrerías (Cuevas del Almanzora).
Manuel León
12:22 • 11 nov. 2015

El célebre okupa de la Casa Siret en Las Herrerías (Cuevas del Almanzora) ha perdido su particular paraíso terrenal. Un resolución judicial ha provocado su desalojo hace unos días, sin oponer resistencia, poniendo fin así a una historia de atrincheramiento en un bien público, de la Consejería de Cultura por más señas, durante más de nueve años.




Mientras el Museo Arqueológico Nacional ha digitalizado más de 30.000 documentos del célebre arqueólogo e ingeniero belga, mientras se suceden  convenciones y congresos en todo el mundo para estudiar sus valiosos hallazgos,  el palacete donde vivió y murió el sabio ha estado okupado por un intruso al que nadie ha sido capaz de expulsar en casi una década.




No deben existir en España muchos precedentes como el de esta barriada de Cuevas del Almanzora, en el que un particular se hace fuerte en un bien de patrimonio público y que a la vuelta de nueve años haya estado disfrutando de forma gratuita del inmueble, privando a la comunidad del uso público cultural y educativo para el que fue concebido.




El inquilino, oriundo de Oviedo y de familia hidalga, ha vivido hasta ahora de balde en ese vergel de 600 metros  rodeado de palmeras africanas y huertos de verduras, sin pagar siquiera la luz y el agua, hasta que se le cortó la acometida.




La Consejería de Cultura inició un proceso de desalojo, pero el pleito se eternizó en los juzgados, “por la pericia del inquilino en presentar alegaciones o no presentarse a testificar”, aseguraban desde el organismo autonómico.




Desde la Delegación de Cultura informan que hace justo un año se dictó una resolución que fue recurrida por el intrépido inquilino de la Casa Siret y por lo tanto no ha sido firme hasta ahora para que se pudiera pedir la ejecución del desalojo. Cultura aseguraba que, en cuanto se tuviera la garantía jurídica, se procedería a desalojar, como así ha ocurrido.




Rocambolesca historia
La rocambolesca historia arranca en 2004 cuando el Ayuntamiento de Cuevas y el de Dicomano, en la Toscana italiana, decidieron constituir la Fundación Internacional Artecitta para la creación en Cuevas de una Escuela de Arte Contemporáneo. Se eligió como sede la Casa de Siret con la autorización de la Consejería de Cultura para la ocupación del inmueble con la finalidad de realizar el proyecto de la Fundación.




La vivienda fue ocupada por el entonces gerente de la Fundación -el actual okupa- que introdujo muebles particulares. Pero las desavenencias llegaron, lo expulsaron de la Fundación, pero decidió atrincherarse en el palacete de Las Herrerías, frente a Almagrera, la sierra de la que tantos  quintales de plata arañaron los mineros en el siglo XIX.


Y así hasta ahora, en que allí, entre esos históricos muros rehabilitados por la Junta, durante este largo plazo, un señor asturiano, de noble linaje, comió, bebió, se duchó, vio la tele y durmió de gorra. Si el gran Siret, el hombre que edificó ese cortijo  en donde tantos arcanos clasificó con paciencia mineral, hubiera levantado la cabeza, la hubiera vuelto a bajar de humillación.



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