No siempre el talento viene acompañado del éxito. Pero a veces tras el saber hacer se desprende un reconocimiento que, aun no buscado, llega. Pepe Moreno es una de esas personas que tras más de treinta años dedicándose a su gran pasión, los coches, para algunos puede llegar a ser un completo desconocido. Y es que este alpujarreño afincado en El Ejido posee tantas reliquias en su taller que parece impensable que haya personas que aún no lo hayan visitado. "Viene más gente de fuera que de aquí, de El Ejido", destaca.
Historia
Esta casa taller cuya fachada destaca sobremanera y forma ya parte de la historia de nuestra localidad, es un museo que funciona con citas concertadas al que cualquier persona puede asistir. Alrededor del año 80 empieza este ‘hobbie’ que, poco a poco se fue convirtiendo en su vida, la restauración de coches. "Cuando yo estuve en Suiza mis patrones ya tenian dos coches clasicos, ahí me empezó el gusanillo", cuenta. Este primer coche es, de hecho, al que más cariño tiene, un Adler Trump Junior del año 32, que compró en un taller en La Cañada.
"Cuando lo compré estaba cubierto de malvas, me costó 250.000 pesetas". Y es que esta afición no sale nada barata. Aun así, Pepe cuenta con una ventaja, el abaratamiento de gastos debido a que a la hora de comprarlos se encuentran en mal estado y cuenta con la habilidad necesaria para poder restaurarlos.
Pasión
El afán incansable de este coleccionista le ha llevado a no parar de acumular coches con la misma ilusión que al principio. “Aún conservo la primera bicicleta que me compré hace cincuenta años cuando llegué aquí”.
Hace dos años este hombre fue a la feria de Fitur con el respaldo del Ayuntamiento, con el objetivo de mostrar al gran público sus valiosas adquisiciones. Pero si de ferias o reconocimientos se trata, más de cincuenta medallas demuestran que esta obra es reconocida en un sector en el que es difícil mantenerse debido a la escasez, a veces, de determinadas piezas que dificultan el proceso mecánico de restauración del vehículo.
Aun así, Pepe no desespera y espera con paciencia hasta que encaje la última pieza de cada vehículo. "A veces pasan muchos años hasta que finalizo un coche por completo". Pero el final es reconfortante y a lo largo de todos estos años este almeriense se ha dado cuenta de ello. El cine también ha llamado a su puerta y muchos de sus vehículos han aparecido en la gran pantalla. Un Ford T del año 24 puede presumir de haber sido protagonista de una de las películas de la afamada saga de Indiana Jones.
Pero este hombre posee, además, una nave en Cuatro Vientos con, al menos, veinticinco vehículos más. La elección de los vehículos puede resultar fácil hoy en día pero, años atrás, sin el ‘boom’ de Internet, el proceso se dificultaba. Pepe Moreno es el socio fundador del club de automóviles de Almería y, cada año, se organiza una gran exposición de coches donde todos los coleccionistas que gusten pueden mostrar sus modelos más preciados.
Quizás lo más destacado de esta figura del automóvil es su ilusión a la hora de contar la infinidad de anécdotas que almacena en su haber pero, aún más, cuando su experiencia se ha perfilado a través de unas palabras repletas de cariño: “cuando miro un coche restaurado pienso que yo le he dado vida”.
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