Jornada tensa la que se vivió ayer en el municipio de Roquetas de Mar tras la muerte por arma blanca durante la madrugada del viernes de un inmigrante en la carretera que va de Roquetas a La Mojonera, en las inmediaciones de los barrios de Cortijos de Marín, Joaquinico y 200 Viviendas. El origen de la muerte fue una discusión de tráfico en torno a las dos de la madrugada.
Poco después de que se produjera la agresión, al parecer por ciudadanos de etnia gitana (cuyo número está por determinar), compatriotas de la víctima, de 41 años y procedente de Guinea, se fueron concentrando en la zona y minutos más tarde hicieron acto de presencia los primeros agentes de seguridad.
El fuerte despliegue de efectivos de la Guardia Civil, que se fue reforzando a medida que pasaban las horas, estuvo presente todo el día para intentar apaciguar los ánimos de los inmigrantes, ya que se fueron repitiendo momentos de tensión.
Alerta
Al caer la noche la tensa tranquilidad de toda la mañana se rompió con la quema de contenedores y el lanzamiento de piedras a los agentes de seguridad, llegando a alcanzar a algunos vehículos que circulaban por la zona. En torno a la medianoche, la situación estaba más calmada, pero las fuerzas de seguridad se mantenían alerta. Los altercados que ya se habían producido esa madrugada en las inmediaciones del lugar del siniestro. Al enterarse de la noticia compatriotas de la víctima intentaron acceder a la zona y alcanzar un edificio en el que residen ciudadanos de etnia gitana, frente al que se concentraron durante toda la jornada de ayer. Fruto de ello fue la rotura de algunos de cristales de coches y el vuelco de, al menos, un contenedor. La rápida presencia de agentes de la Guardia Civil y Policía Local impidieron que los allí congregados accedieran a la zona.
Curiosos y numerosos inmigrantes, que en algunos momentos llegaron a los tres centenares, hicieron guardia durante todo el día.
La tensa situación ha obligado a mantener el fuerte dispositivo durante toda la noche y éste permanecerá en la zona hasta que sea necesario, según ha señalado el subdelegado del Gobierno, Andrés García Lorca.
A los agentes de la Guardia Civil de los puestos de Roquetas de Mar, Aguadulce, Vícar, El Ejido y USECIC (Unidad de Seguridad Ciudadana) de la Comandancia de Almería, se sumaron a media tarde efectivos de la GRS (Grupo de Reserva y Seguridad) procedente de Sevilla y Valencia, llegando a alcanzar la cuarentena. La Policía Local estuvo también presente en la zona.
García Lorca subraya como prioridad en esta situación mantener la seguridad e impedir los altercados y enfrentamientos, antes incluso de practicar detenciones.
Los hechos se desencadenaron sobre las dos de la mañana del viernes cuando dos vehículos fueron detenidos, al parecer, por los agresores. Los ocupantes del primer vehículo echaron los pestillos al ser increpados. La víctima, que circulaba en el segundo coche, salió de éste, momento en el que recibió dos puñaladas en el abdomen que le causaron la muerte, mientras que su acompañante llamaba a la policía.
Unos hechos que hacen recordar lo sucedido en septiembre de 2008 en el barrio de las 200 Viviendas en el que la muerte de un senegalés residente en el barrio desencadenó altercados en la calle, con la quema de viviendas y mobiliario urbano.
Pendientes
Todas las miradas estaban ayer puestas en Roquetas de Mar y, concretamente, en los alrededores de la carretera que conduce hasta La Mojonera. El subdelegado el Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, se desplazó de madrigada, tras conocer los hechos, hasta el lugar, para desplazarse luego a la Subdelegación del Gobierno, desde donde estuvo informado de lo que pasaba en todo momento y en contacto con representantes del colectivo guineano en el municipio.
Del mismo modo, el alcalde de Roquetas, Gabriel Amat, se reunió con el colectivo, a la vez que mandó un mensaje de tranquilidad ante el trágico suceso y pidió dejar actuar a las autoridades.
Concejales de Izquierda Unida también se desplazaron hasta la zona para conocer ‘in situ’ lo que estaba pasando. Uno de ellos, Juan Pablo Yakubiuk, ponía este mensaje ayer noche en Facebook: “Se que es muy difícil, pero pido calma a TODOS mis vecinos. Avisa a la autoridades de cualquier conato de conflicto y esperemos que la Justicia y sus medios actúen.
“Pedimos que esta muerte no quede en vano”
“Nosotros lo que pedimos que esta muerte no se quede en vano, por favo. Queremos saber hasta el último detalle de cómo ha sido y cómo lo han matado, quiénes han sido, si uno o dos. Queremos que se sienten en el banquillo y que se juzgue esta muerte, para que no quede en vano, sino seguirán pasando cosas parecidas”, señalaba ayer a la LA VOZ un sobrino de la víctima, Bernardo Tomás Gomez.
Este familiar, que ayer se trasladó hasta Almería procedente Madrid tras conocer lo sucedido, señaló ayer a LA VOZ que, según han narrado los testigos, la víctima y unos amigos circulaban por la zona con dos amigos en dos coches cuando fueron increpados por los agresores. “A los primeros le cortaron el paso, pero estos bloquearon la puerta. Mi tío, que iba con otra persona en el coche, bajó el vehículo mientras el otro llamaba a la policía. En ese momento le dieron las apuñaladas, que según los testigos fueron cinco”, comentó.
El sobrino de la víctima pedía ayer en el lugar de los hechos que se llegara al fondo de este trágico suceso para que se haga justicia y no se repitan casos similares.
Durante todo el día la presencia de inmigrantes en la zona fue continua. Alrededor de las dos de la tarde Pierre Gomis Mendy, presidente de la Federación de Asociaciones de Guinea, usando la megafonía de la Guardia Civil, intentó convocar una reunión entre los presentes “para calmar los ánimos”. “Aquí no estamos para liarla”, señaló.
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