La noche de Fin de Año más internacional

Los extranjeros afincados en la localidad adaptan sus costumbres a las raíces de la comarca

Cena tradicional de Joanne, con su familia.
Cena tradicional de Joanne, con su familia.
Marina Peralta
01:00 • 29 dic. 2015

La comarca del Poniente se encuentra inmersa en unas fechas navideñas que, en cuestión de días, traerán un año nuevo lleno de nuevas expectativas y, sobre todo, de nuevas costumbres que se adaptan a pasos agigantados a las ya arraigadas. La diversidad cultural del Poniente se diversifica en muchos aspectos en referencia a las costumbres navideñas aunque la gran mayoría de los extranjeros afincados en la localidad se han acostumbrado a nuestras principales tradiciones. 




Comunidades
Malika ya celebró el pasado once de noviembre un día muy especial para los musulmanes equivalente a la Nochevieja española. Durante este único día, denominado ‘Hahgoza’, que ha marcado para la comunidad musulmana el inicio del año 1437, las familias se reúnen y se prepara una de las comidad más tradicionales de la cultura, el ‘cuscús’. Los frutos secos poseen, además, una gran importancia y, después de la reunión familiar se suelen repartir, así como  juguetes para los niños.

La comunidad inglesa afincada en el Poniente también celebrará el último día del año pero, eso sí, con algunas diferencias típicas de su país. “Algunas de las comidas más típicas son el ‘mincepie’, que es una masa de hojaldre con frutos secos o el ‘christmas pudding’, un bizcocho típico con fruta que se prepara semanas antes de Navidad”, señala Alison, procedente del nordeste de Inglaterra y afincada en el Poniente desde los 14 años. La temperatura también marca un cambio importante en cuanto a costumbres y es que “lo que más me chocó cuando llegué fue ver que en Navidad hace tanto calor aquí, para mí lo normal en esta época era estar en casa con la chimenea”, señala.




Diferencias
La norteamericana Lee-Ann Bussolari lleva en El Ejido casi veinticinco años. Una cifra que, asegura, la ha hecho acercarse cada vez más a unas costumbres que considera muy diferentes. “El 31 comeré pavo asado o cordero al horno. Lo normal en mi cultura es comer solo un plato; aquí se come demasiado, con los entrantes ya habría suficiente”, destaca.

Las uvas a las doce de la noche, la climatología, los aperitivos o las grandes comilonas son ya parte de las diversas culturas que conviven a diario en la localidad. 









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