“La adaptación a otros países es muy dura, pero el futbolista tiene que ir donde hay pan”

Su discurso es sinónimo de humildad, sacrificio y convivencia, las señas de identidad de El Ejido. Aquí se hizo futbolista y persona. El Polideportivo Ejido lo vendió a

Sunny recordó buenos momentos a través de Cadena Ser Poniente.
Sunny recordó buenos momentos a través de Cadena Ser Poniente.
Alberto Cerezuela
07:00 • 29 ene. 2016

Sus hijos son ejidenses y su mujer tiene un negocio en el municipio, por eso Stephen ‘Sunny’ Sunday es un vecino más aunque lleve años recorriendo Europa de liga en liga. Se inició en el Polideportivo Ejido y, a sus 27 años, le llega la oportunidad de jugar la Major League Soccer, concretamente en el Real Sant Lake de Utah.




La gente te quiere mucho por aquí.
La verdad es que sí, me siento muy respaldado y estoy orgulloso de la gente de El Ejido. Siento feeling por esta tierra y, por ejemplo, mi mujer tiene un negocio aquí, tengo casa... e incluso fui el Rey Baltasar en unas Navidades.




¿Es verdad que cuando empezaste en el Poli Ejido mandabas ropa y balones a tu país?
Mi historia la conoce todo el mundo y por eso me acuerdo siempre de quienes no tuvieron la misma suerte que yo. En mi país hay un refrán: cuando regalas algo a la gente, no hay que decirlo.




¿Cómo llegas a El Ejido?
Salí de Nigeria con 15 años para buscar equipo en Europa. Llegué a Francia y me quedé tirado porque el agente que me invitó, me había dejado tirado. Unos amigos de Madrid me acogieron y me fui a vivir allí. Tuve la suerte de participar en un torneo de promoción con un equipo de nigerianos, salió bien, y encontré un representante que me trajo a El Ejido.




La gente te conoce como Sunny Melero...
Melero es mi padrino. Me acogió como su hijo, arregló mis papeles para que pudiera estar legalmente aquí, y por eso la gente me llama así. Yo tenía el visado caducado y, como era menor de edad, necesitaba alguien que respondiera por mí.

El Valencia CF paga casi dos millones de euros al Poli Ejido para contratarte.
Fue increíble. De pronto estaba jugando con mis ídolos. Pasé de verlos en la tele a compartir vestuario con ellos. David Villa, David Albelda, Pipo Baraja, Cañizares, Morientes... Estaba muy nervioso pero me dieron mucha confianza.




¿Y el Betis? 
Antonio Tapia me llevó allí. Lo quiero como a un padre ya que me dio todo. Con él fui al Mundial Sub20 con España. Le estoy muy agradecido por llevarme a Sevilla y darme esa oportunidad.

Otro equipo especial para ti es el Numancia, porque además te casaste allí.
Es un equipo 10. Un club humilde que no te va a prometer nada que no te pueda dar. Nadie puede saber lo que es Numancia si no ha estado allí. Mis sentimientos son similares a los que tengo con El Ejido. Me ofrecieron seguir pero yo quería jugar en el extranjero.




El fútbol te llevó a Bulgaria, Israel, Turquía... Me imagino que la adaptación es bastante complicada.
Sí. Otro idioma, otras costumbres... pero el futbolista va donde hay pan.

Se rumoreó tu posible fichaje por el Getafe, y su entrenador, Schuster, dijo que el único Sunny que conocía era un refresco.
¡Sí! Cuando lo escuché me reí mucho. No tengo que darle mucha importancia. Él sabrá si me conoce o no me conoce. 




Hablando de cosas más serias, ¿cómo erradicamos el racismo en el fútbol? Porque sigue existiendo.
Sigue habiendo, y mucho. Hay futbolistas importantes que han intentado pararlo, pero no se consigue. No sabemos de qué manera podemos concienciar a la gente para que esto desaparezca. Por eso es bueno que haya libros como ‘Mordisco al racismo’ de Salva Moya, para intentar que estas cosas no se repitan. Existe pero yo, por suerte, hace tiempo que no lo vivo. La última vez fue en un campo en Murcia, en el que me insultaron y me tiraron cosas. Te puedo contar otro caso: Estando en Bulgaria viví uno de los derbys más duros del mundo,Levski Sofía contra CSKA Sofía, partidos en los que hasta mueren aficionados y también hay insultos y gritos racistas.


Con la selección española llegaste a cuartos de finalen un Mundial Sub 20. ¿Qué sentiste cuando te convocaron?
Ese día me ocurrió una anécdota. Yo estaba en el Supermercado Día para recargar la tarjeta de mi móvil, y una señora me dio la enhorabuena. No lo entendía, pero le di las gracias. Cuando llegué al entrenamiento me comunicaron la convocatoria.


Ahora emprendes una aventura en la MLS americana pero ¿te gustaría terminar tu carrera deportiva aquí?
Por supuesto que sí. Quiero mucho a esta tierra y aquí la gente me ha ayudado a crecer tanto como futbolista como persona. Les estoy muy agradecido y siempre les ayudaré en lo que pueda.



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