Responsabilidad social y la humildad de un gran equipo

El Plantel Semilleros trabaja desde la responsabilidad y la humildad, con una clara vocación de mejora continua para salir reforzados frente a cada nuevo reto. Creen que el verdadero éxito se consigue transformando los problemas en grandes oportunidades de aprendizaje.

Además, son conscientes de que ser una gran empresa referente en el sector exige tener un sólido compromiso con el entorno que los rodea. Los puntos clave de su responsabilidad social corporativa están relacionados con los trabajadores, la formación, el deporte y los hábitos de vida saludables y el medioambiente.

En este sentido, El Plantel Semilleros llevan años apoyando al deporte base y colaborando con numerosos clubes de su zona de influencia, entre otros, clubes de baloncesto, ciclismo, fútbol y gimnasia rítmica. Bajo el lema “Tu éxito, nuestra meta”, que recientemente estrenan, pretenden transmitir los valores de motivación, esfuerzo y superación. “El éxito de cualquier empresa siempre comienza desde abajo. De la misma manera, queremos intentar transmitir a los jóvenes que, con esfuerzo y entusiasmo, pueden conseguir dedicarse al deporte profesionalmente y que El Plantel Semilleros les apoya en ese camino”, apuntan desde el semillero.

Subrayan también la importancia del deporte para desarrollarse y obtener una experiencia y unas lecciones que le servirán a lo largo de su vida, tanto deportiva como personal. Asimismo, promueven los hábitos de vida saludables dentro de la empresa y apoyan diferentes causas solidarias mediante el deporte, participando en eventos de este tipo. Guiados por los valores tradicionales, trabajan con colegios y centros de formación para crear sinergias. Tratan de transmitir su historia junto con la ilusión de crear un futuro para el mundo agrícola, organizando meriendas saludables con los más pequeños, visitas didácticas para estudiantes y proporcionando todo lo necesario para que los colegios e institutos puedan tener su propio huerto. Bajo el lema ‘crecer juntos’ tratan de acercar su mundo a las futuras generaciones, inculcando los valores de esta empresa y todo lo que ha aprendido en su dilatada experiencia junto al agricultor.

Si hablamos de los trabajadores son su activo más importante, afirman desde el semillero. Entienden la formación como una inversión para afrontar retos futuros, estando el personal perfectamente cualificado para el correcto desarrollo de sus funciones, fruto del continuo reciclaje del conocimiento a través de cursos, jornadas y seminarios. Los beneficios no sólo repercuten en los trabajadores sino también en el crecimiento positivo del semillero.