Antas respira una calma tensa, tal y como explica su alcalde, Pedro Ridao, que ve cómo el virus, por ahora, respeta a la localidad.
¿Qué tal se vive la segunda oleada en una zona tan maltratada por la COVID como el Levante?
Tocando madera. Hoy son solo cuatro los positivos que tenemos, pero es que hasta el viernes pasado no había ninguno. Eso te genera nerviosismo, porque siempre hemos controlado la curva y estamos viendo que nuestro entorno está bastante mal. La gente está siendo responsable, no hemos bajado la guardia y estamos contentos en ese aspecto, porque ves otros municipios y la situación es preocupante.
¿Miran mucho los datos de los municipios colindantes?
Sí, claro, y es nuestra principal preocupación. Al final, hay que tener en cuenta que localidades como Vera, Cuevas o Los Gallardos están muy cerca. Somos conscientes de que no podemos relajarnos.
Su posición es complicada. Es el encargado de tomar decisiones ante situaciones desconocidas para todos.
Entra dentro de la nómina de ser alcalde. Cuando las cosas van bien es todo muy bonito, pero cuando las cosas se complican es normal que se pidan responsabilidades. Me pongo en el lugar de otros alcaldes y es complicado. Gusten o no gusten, son decisiones que hay que tomar por nuestro cargo, y ante la duda siempre voy a mirar por mis vecinos y por el pueblo. No nos va a temblar el pulso a la hora de cerrar talleres, escuelas deportivas o negocios, aunque esto sería lo último que haría. Es una situación bastante desagradable.
¿Cómo están llevando los vecinos la situación?
Muy bien. La gente está siendo muy responsable. Es cierto que al principio había dudas, pero vas por la calle y no ves a nadie sin mascarilla. Estoy muy contento con los vecinos, tanto niños como padres. Los habitantes de Antas, además, se volcaron en un principio en labores de desinfección a la hora de realizar mascarillas para toda Andalucía… toda esa unión que hemos creado hace que valores la clase de vecinos que tenemos.
¿Ha recuperado el pueblo la actividad habitual?
Estamos en ello, siempre con el respeto que genera la situación. No ha habido contagios ni en el colegio, ni en el instituto, ni en el centro de día. Eso sí, me preocupan los negocios locales: el mercado, los bares, las tiendas... Pido a la gente que los apoye, que no deje solos a esos vecinos.
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