La versatilidad de los aparejadores y arquitectos técnicos hacen de estos profesionales un perfil clave en los diferentes ámbitos del proceso edificatorio. Por eso, desde el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Almería trabajan para proporcionar una exhaustiva actualización de conocimientos, a la vez que velan por el control del ejercicio y la deontología profesional. Tareas a las que ahora han sumado el servicio de ‘Punto de Información Catastral’. La excelencia del Colegio de Almería se ha visto refrendada con la elección de su presidente, José Lara Crespo-López, como presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Aparejadores y Arquitectos Técnicos.
¿Cuáles son las funciones del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos en la provincia de Almería?
Es una corporación de derecho público cuya misión esencial es la ordenación y control del ejercicio y la deontología profesional. Una de nuestras tareas fundamentales es la formación a los colegiados que permita el constante reciclaje y la acreditación de su ‘Desarrollo Profesional Continuo’. También la colaboración con las administraciones públicas y privadas en los procesos regulatorios. Y el sistema de garantías y servicios al ciudadano que supone la organización colegial.
¿Son muchos los colegiados nuevos cada año?
Después de una década de gran crisis, desafortunadamente, la colegiación descendió e insistía con la tendencia a la baja un año tras otro. A partir de 2017 conseguimos invertir esa tendencia y ahora nos mantenemos en un crecimiento sostenido muy relacionado con el número estudiantes egresados de la universidad.
¿Considera que la profesión de aparejador y arquitecto técnico se encuentra bien valorada en Almería?
En general, creo que podemos afirmar que somos unos profesionales versátiles que intervenimos en infinidad de ámbitos implicados en el proceso edificatorio y completamente comprometidos con el desarrollo y progreso en nuestro entorno.
¿Ve muy necesaria la especialización y formación continua en esta ocupación?
Absolutamente, es algo que tenemos bastante claro. En cuanto a la especialización, la necesidad viene dada por el alto conocimiento tecnológico y sus diversas aplicaciones en la edificación: eficiencia energética, nuevos materiales, economía circular, reutilización, energías limpias, nuevos sistemas constructivos, prefabricación, residuos y un largo etcétera. Además, nos encontramos cada vez más con normativas y regulaciones que exigen un alto grado de actualización.
¿Destacaría algún hecho como el más importante de este pasado año?
Durante la pandemia nos hemos sensibilizado, aún más, con los usuarios de los edificios, las personas que los habitan y su salud. La aprobación reciente del RD 852/2021, de 5 de octubre, abre un escenario de rehabilitación energética del parque de edificios construidos a un ritmo que no hemos conocido hasta ahora. Los llamados fondos Next Generation apuestan por impulsar la rehabilitación y regeneración urbana para posibilitar una bajada importante en el consumo de energía de los edificios.
¿Qué podría decirme sobre los cursos que ofrece el Colegio? ¿Destacaría alguno en especial?
Por aportar alguna cifra, en 2021 hemos sumado 600 inscripciones de nuestros cursos, en diversas modalidades y en su mayoría abiertos a colegiados y no colegiados interesados en la materia. Sin contar jornadas técnicas, mesas técnicas y otros eventos. Quizá hay que destacar la formación que estamos organizando con relación a esos fondos Next Generation.
¿Cuáles son los campos en los que están trabajando hoy en día?
Además de los mencionados Fondos Next Generation, otro de los servicios implantados recientemente en el Colegio es ser 'Punto de Información Catastral', en virtud del convenio con la Gerencia Territorial de Catastro de Almería. Continuamos apostando por la calidad de nuestra gestión con otro reto conseguido, los certificados en nuestro Sistema de Gestión de Calidad (ISO 9001) y Sistema de Gestión Medioambiental (ISO 1400).
¿Qué retos se plantea el colegio de cara al año 2022?
Es muy importante para nosotros volver a tener el contacto personal con nuestros colegiados. Lo imperiosamente actual, aunque sea insistente, será configurar el colegio como ‘Oficina de Rehabilitación’ y atender todos los flancos con relación a los fondos: formación a nuestro colegiados, información y gestión al ciudadano, junto a una colaboración estrecha con las administraciones públicas.
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