Almería-Albacete: una final

El Almería se propone este domingo (16.00 horas) en el Estadio Mediterráneo frente al Albacete un doble objetivo, refrendar las buenas sensaciones que el equipo dejó con su actuación en el Ramón de Carranza y hacer bueno el punto conquistado ante el Cádiz sumando los tres ante los manchegos.

La entrega, la disciplina táctica y el trabajo solidario del equipo rojiblanco en su última actuación liguera el viernes de la semana anterior, ha sido como un rayo de luz al final del túnel de pésimos resultados y deficientes actuaciones que los de el míster Lucas Alcaraz han venido ofreciendo en sus últimas actuaciones.

Frente al Albacete la escuadra almeriense tiene la oportunidad de conseguir que el rayo sea más potente sumando los tres puntos ante los pupilos de Enrique Martín.

Para ello será necesario mantener el tono de Cádiz en el plano defensivo y haber estudiado bien al rival para aumentar las prestaciones atacantes del Almería respecto a las que ofreció en Cádiz.

No es el momento de hablar fuera del rectángulo de juego sino el de trasladar los buenos propósitos verbales a actos positivos para el equipo sobre el terreno de juego.

Y la única forma de que la afición salga esta tarde del Mediterráneo satisfecha es logrando la victoria.

No vale jugar bien y no ganar, tampoco meritar un mejor marcador, porque los goles que son los que determinan los guarismos del electrónico no se merecen sino que se logran o no. No importa tampoco cómo.

Se puede ganar en el último segundo por un piscinazo convertido en penalti y celebrarlo como si supusiera el paso a las semifinales o a la final de la Champions. Si el Almería está en crisis es por su falta de gol, ya que sólo ha logrado dos en los cinco últimos partidos.

Destaca la poca efectividad de sus delanteros. Entre sus cuatro hombres de ataque suman seis goles. Pablo Caballero (2 goles en 21 partidos), Juan Muñoz (2 en 20 partidos),  Edoardo Soleri (2 en 10 partidos) e Hicham (en blanco en 18 partido).

La de esta tarde es la primera de las cuatro finales que restan por jugarse en casa y que hay que ganar sí o sí reencontrándose con el gol.