Las vías de agua que generó Rubén hundieron al Almería en El Sadar

El fútbol es como una manta corta. Si te tapas la cabeza te destapas los pies y si te cubres los pies te destapas la cabeza.

Aquella vieja frase del brasileño Elba de Paula Lima ‘Tim’, entrenador de San Lorenzo de Almagro campeón de la década de los 60, volvió a cobrar actualidad en el partido que el Almería perdió el sábado en El Sadar.

Los almerienses mejoraron sus prestaciones ofensivas con más llegadas al área rival, sobre todo en el primer periodo, pero esta mejora en la faceta atacante tapó la cabeza del equipo, pero como la manta que lo cubre es muy corta dejó al aire sus vergüenzas defensivas.

Jagoba Arrasate, entrenador de Osasuna, tomó buena nota de las vías de agua que ofreció el Almería frente al Málaga por el centro. Si en aquella oportunidad el encargado de abrir brecha en la linea de flotación central fue Harper, el sábado esta misión le correspondió a Rubén García, convirtiéndolo en la figura de Osasuna.

Cuando en la segunda mitad entró César de la Hoz, Arrasate desplazó a Rubén García a la banda derecha para que junto con Nacho Vidal torpedearan al Almería.

A la finalización del encuentro Fran Fernández, que vio el partido desde el palco pero que el próximo domingo volverá a estar  a pie de campo, aseguraba que “tenemos que dar mucho más que el contrario porque con poco nos hacen mucho”. Una reflexión que se corresponde con el hecho de que cada equipo tiene algún jugador en sus filas que puede marcar diferencias, cuyos ingresos están por encima de la media, y el Almería carece de él. Los dos goles errados por Juan Carlos son la muestra.