Viendo al Cádiz y al Oviedo por arriba y al Nástic, Extremadura y Córdoba por abajo, hay que estar en alerta. Por arriba digo porque los rivales tienen hechuras de equipos grandes y una historia que pesa, y por abajo la preocupación se aleja y solo queda el temor a una reacción milagrosa que se puede dar. Pero estando a 17 puntos y con 15 jornadas...
El Almería ha vivido una semana hablando de final y final y... hasta la saciedad, olvidando su arma secreta que es la tranquilidad y ese jugar sin presión que mata a los rivales. El equipo salió al campo robotizado.
No sabemos la respuesta del Almería ante una situación extrema (que se puede dar) por arriba. Hacer un rally de puntos solo está al alcance de los equipos grandes y en Segunda a veces ni con eso te llega.
PRESIÓN
El Almería saltó al campo con el disco duro lleno tras 15 días pensando en el Córdoba para luego resetar y ganar
No me gusta presionar al Almería porque lo está haciendo bien y la temporada era para esto: no pasar apuros. Ya tenemos esta Liga casi ganada y lo que queda es mejorar.
Lo que tenga que venir que llegue a la misma velocidad de crucero y sin presionar al equipo y al entorno, porque lo mismo no estamos preparados para este nuevo escenario hablando de él y se puede conseguir con la gorra con la boca callada.
Vamos a disfrutar el momento sin presionar al equipo.
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