El Almería que todos nos sabemos de carrerilla está claro que es el bueno y cuando se mueve una pieza se nota. Su rendimiento es alto y suele ser fiable ante cualquier rival.
El entrenador decía a comienzos de temporada que le gustaba cambiar y no tener un once definido pero ha sido el once el que lo ha cambiado a él a base de excelentes resultados.
Mandan los números y cuando han salido a competir los llamados titulares se nota un rendimiento ideal y si alguno falta hay carencias que se palpan.
ALINEACIÓN
Los llamados titulares han creado un escalón sobre aquellos que entran en el once por lesiones o sanciones
Ha pasado en todas las líneas y se ha notado la falta de un defensa como la de un delantero. Juegan de memoria y han puesto un listón tan alto los titulares que los que entran lo acusan y rara vez mejoran las prestaciones. Vale que se utilicen a 14 jugadores en cada partido pero no rinden igual.
Esto tienen mal arreglo ya que los que entran carecen del ritmo de competición de sus compañeros. Notan la velocidad de crucero y aportan, pero no mejoran.
Son las consecuencias de tener una plantilla emergente y de mantener el once tipo. Es el impuesto que hay que pagar por ello.
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