El Almería tiene un seguro de vida en la portería para el próximo curso

El Estadio Mediterráneo despidió el curso con sentimientos encontrados. Satisfacción, alegría y felicidad por la excelente campaña realizada por un equipo nuevo fabricado casi en todas sus lineas el pasado verano. Pena, tristeza y decepción por no poder seguir viendo en acción a unos profesionales ejemplares. Y esta sensación es la que ha llevado a la deserción a la mitad de los abonados y puede conducir a una bajada espectacular de fieles si el éxodo de ‘figuras’ se confirma a partir del 30 de junio.
La fuga de valores que se avecina hará que haya que comenzar un nuevo proyecto con muy pocos efectivos y con dos grandes problemas, encontrar un entrenador de garantía, trabajador y no rutinario, de los que no hay demasiados en el mercado, y un preparador físico de la talla de Víctor Fortes, si es que el club no logra retenerlo finalmente.  

Cinco de los catorce futbolistas que participaron en el duelo ante el Albacete, con inclusión de una mayoría de titulares, finalizan su compromiso contractual con el Almería. son Saveljich, Ibiza, Juan Carlos Real, Caballero y Narváez. Los otros nueve están comprometidos para la edición liguera venidera, lo cual no garantiza, sino todo lo contrario, que sigan. La sintomatología de la enfermedad que afecta a la grada rojiblanca por la fuga de jugadores se ha notado especialmente en los dos últimos encuentros de la temporada en los que prácticamente la mitad de los abonados le han dado la espalda a la entidad, que no a los futbolistas.

Si los doctores rojiblancos, Miguel Ángel Corona e Ibán no encuentran el medicamente adecuado todo apunta a que en la próxima campaña el número de incondicionales del club indálico pueda sufrir un notable y alarmante descenso. Los números, jueces insobornables a los que no pueden manipular, proclaman la bondad de la campaña realizada por el Almería. La mejor de las cuatro disputadas por el conjunto almeriense desde que descendiera de Primera División.

En la temporada 2015-16 se quedó al borde del precipicio con sólo un punto la Ponferradina que descendió a Segunda División B. En la siguiente mejoró sumando 51 puntos y en la pasada empatado con la cultural. Este año cierra como décimo, con nueve puntos más que en su mejor registro y con Álvaro Giménez como Pichichi con 20 tantos.