El Almería levantó el muro más seguro en 11 años

El Almería sigue dando buenas noticias incluso con la temporada finalizada. En pleno periodo de fichajes y salidas, el conjunto rojiblanco se arma para afrontar la duodécima campaña en el balompié de plata, donde ya no se habla de objetivos a largo plazo, y sí de enganchar de nuevo a una afición desencantada con la trayectoria del club, a excepción del último año. En 2002 se dio el primer paso en la LFP, donde el Almería logró la permanencia con 50 puntos en la jornada 42, empatando en el Juan Rojas frente al Polideportivo Ejido. Paco Luna fue el autor del gol. Aquella Liga marcó 54 goles y encajó 63, para terminar con un diferencial final de -9.

En la 2003-2004, también con 50 puntos, los rojiblancos recibieron 49 dianas. Esa cifra fue bajando en la 2004-2005, con solo 44 tantos en contra. Sin embargo, fue el peor campeonato de la historia en cuanto a goles a favor, ya que solo lograron 36. Se salvó con 51 puntos. En la temporada previa al ascenso, la 2005-2006, el grupo almeriense encajó 43, pero marcó 54, como en su estreno en la categoría. Con Unai Emery se obtuvo el récord en cuanto a tantos a favor, con 73, pero encajó 49. La portería de Westerveld, Valerio y Molina no fue la más segura en 2ª.

Ascenso y vuelta

Tras cuatro años en la élite, el Almería regresó a Segunda en la 2011-2012, con Lucas Alcaraz, y también obtuvo registros acordes a la competición.

Marcó 63 tantos y recibió 43. Con Javi Gracia, en la 2012-2013, se logró subir a Primera con un diferencial de +22, con un total de 72 goles a favor y 50 en contra. Curiosamente, fue uno de los equipos que más encajó. De hecho, ocupa la tercera posición de la tabla.

De menos a más

Los últimos años en Segunda fueron negativos en cuanto a rendimiento. En la 2015-2016, el Almería recibió 51 goles. En la 2016-2017, bajó a 49. Con 45 se quedó en la 2017-2018, para terminar en la 2018-2019, con Fran Fernández en el banquillo, encajando 39, la mejor cifra de su historia en esta competición. De ello tiene mucha culpa la totalidad de la plantilla, destacando a los guardametas René Román y Fernando Martínez. Ellos son los que no tienen margen de error y siempre salen en la foto cuando no tienen su mejor día.

El liderazgo de Saveljich, la continuidad de Owona e Ibiza, y la ayuda de las bandas y el centro del campo hicieron del Almería un equipo muy difícil de batir. Ahora empieza la etapa de Óscar Fernández, cuyo reto es igualar la trayectoria marcada por el anterior plantel y hacer disfrutar de nuevo a los aficionados.