El Almería atraviesa su primer bache de la temporada, con solo dos puntos de doce en su casillero, pero al menos ha lavado su imagen tras el empate sin goles en Riazor. No se vio a ese equipo vertical e incisivo de los primeros partidos, porque el Deportivo iba a exigir mucho a nivel defensivo y los futbolistas llegaban tocados de la derrota en Gijón, donde encajaron cuatro goles en la 45 minutos.
Se buscó juntar líneas en lugar de ir a lo loco, y pese a todo, los rojiblancos pudieron adelantarse con un disparo de Vada que desvía su compañero Muñoz. Del Deportivo, solo algunos lanzamientos con peligro de Aketxe. El debutante Appiah apenas intervino en situaciones de ataque, mientras que Silva mejoró mucho sus prestaciones respecto al anterior duelo. El Almería se había quitado el traje de gala para ponerse el mono de trabajo; un paso atrás para tomar impulso partiendo de una base: portería a cero.
Frenético
La segunda parte fue más vistosa, y también sufrida para los de Pedro Emanuel. Estiró el campo el Deportivo y acumuló mucha gente arriba, pero pocas veces se descompuso el conjunto rojiblanco. No dio un paso al frente como era habitual al inicio de Liga el Almería, sino que esperó los errores del rival, fruto del nerviosismo que genera verte en descenso cuando tu objetivo es ascender, para crear peligro.
Y hubo oportunidades claras. Primero con un lanzamiento de Juan Muñoz que se marcha al palo derecho con Dani Giménez completamente superado. Y ya en el tramo final, con el propio Muñoz y Coric como protagonistas. Antes, el Deportivo exigió al máximo, metió en su área al Almería, siendo fundamental el orden y el sufrimiento para aguantar el resultado sin goles. Se le complicó mucho la tarde a Emanuel, obligado a hacer tres cambios por lesión: Lazo por Corpas, James por Silva, y De la Hoz por Coric. El croata pudo ser el héroe de la noche con una jugada maestra en la frontal del área, se buscó sitio para disparar, y la pelota se marchó junto al poste de Giménez. El Depor buscó a Santos en el último suspiro, pero René anduvo rápido, y Muñoz chutó con la izquierda in extremis con el tiempo cumplido. Un empate justo y que acaba con la racha de dos derrotas en competición liguera.
Sin brillo
Acusó el Almería las derrotas en sus últimos choques y no fue tan valiente como es habitual. Optó por guardar la ropa y ser más práctico, fiando sus posibilidades de triunfo a la calidad que tiene arriba. No es un resultado que corta de raíz la dinámica, pero sí refuerza al vestuario y cambia la cara ofrecida en Gijón. Un paso atrás para tomar impulso.
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