2-3: domingo negro en el Mediterráneo

Un Almería espeso, sin fluidez en el juego y atascado ofreció una versión corregida y aumentada de su fragilidad defensiva encajando tres goles y cerrando el año con el primer gran fracaso de José María Gutiérrez. Desde el inicio dio la impresión de que la derrota copera había hecho mella en la moral de los locales, pese a que el once era diferente.

El Almería se adelante El conjunto local salió con lo esperado y sólo dos centrales. La Ponferradina decidió cerrar por el centro los caminos hacia Caro apareciendo con tres jugadores en el eje de su retaguardia. En estas condiciones parecía que el protagonismo ofensivo de los almeriense debería canalizarse por las bandas, pero ni los exteriores ni los laterales lograban llegar a posiciones ventajosas para superar la maraña defensiva montada por los visitantes de la Ponferradina.

Desaparecido en ataque el cuadro berciano los locales sólo hicieron daño con el juego directo de Owona sobre Darwin Núñez. Avisaron ambos en el minuto 20 con disparo sin ángulos del ariete y tres minutos después el uruguayo superó a su marcador para ser objeto de penalti por parte de Caro. Penalti que transformó Darwin Núñez de modo ejemplar, raso y lamiendo la cepa del palo.

El gol no le sentó bien a los de Gutiérrez y el primer periodo acabo con el Almería encerrado en su parcela y con el portero rojiblanco Fernando teniendo que despejar un cabezazo de Aizpuru.

No cambió la decoración tras el intermedio. Perdido el control del juego la Ponfe siguió acosando el área local y a base de bombear balones sembraron el pánico en la zona de castigo almeriense hasta dar la vuelta al electrónico en cinco minutos. Primero con un doble fallo de Jonathan y Petrovic que dejan el balón muerto para que Nacho Gil fusile y otra falta de concentración defensiva dejó solo a Manzanara para que éste fusilara a Fernando a la salida de una falta. La puntilla llegó en el 73 con un absurdo penalti de Owona a Yuri que este convirtió tras rechazar Fernando.

La entrada de Coric y Aguza le sentó bien al bando local que pronto acortó diferencias al aprovechar Juan Muñoz un gran servicio de Aguza. Las desgracias no suelen venir solas y en el  minuto 82 se lesionaba Coric entrando en su lugar Rubén Enri que marcó un gol bien anulado por fuera de juego. La Ponferradina, con el consentimiento de Varón Aceitón, hizo que apenas se jugara e impidió que la heroica funcionara.