Impresionante. Así de fácil se puede describir el partido del Almería en el Anxo Carro. Manteniendo un orden, y sobrepasando los momentos de apuro, la calidad terminó imponiéndose. Necesitaba una victoria el conjunto de José María Gutiérrez, ‘Guti’, máxime después de los tropiezos contra Fuenlabrada, Tamaraceite y Ponferradina. Las vacaciones vinieron bien para hacer un reset y poner en marcha la maquinaria. El Lugo quería mandar, tener la pelota, agobiar al Almería, pero si las ideas no están claras y delante tienes a uno de los equipos más peligrosos en las transiciones, estás muy acabado.
Presión alta
Aunque el inicio del duelo fue gallego, el Almería empezó a oler sangre, adelantó la presión y en una recuperación de Juan Muñoz fraguó el 0-1. El sevillano maneja los tiempos, asiste a Darwin Núñez y éste solo tiene que elevar la pelota junto al palo derecho para adelantarse en el luminoso. Primer balón del uruguayo a la red.
Pero entonces tocó sufrir, porque el Lugo empezó a acumular gente en el área e incomodaba mucho a los almerienses en acciones a balón parado. Buscando el flanco izquierdo de Jonathan Silva llegaba el peligro local. Saber aguantar las embestidas es importante en esta categoría y en el último suspiro del primer tiempo, tras una jugada magistral de Darwin, un rechace le cae a Juan Muñoz en el área y bate a Cantero. Cuatro goles en las últimas cuatro jornadas lleva el de Utrera, pieza clave en la victoria.
El Lugo bajó los brazos después del descanso, incapaz de romper líneas ni de salir de la presión del Almería. Y entre los veintidós protagonistas empezó a ganar brillo Sergio Aguza, quizá el mejor del once junto a Darwin. La versatilidad, el último pase y la colocación de este futbolista resulta fundamental en el esquema que plantea Guti.
Indiscutible
Aún quedaba fiesta rojiblanca. Juan Muñoz condujo una contra junto a Darwin Núñez, asiste de nuevo al uruguayo, que recorta al portero y marca el tercero. Tampoco quería faltar a su cita con el gol el Pichichi José Carlos Lazo. El ex del Lugo, muy aplaudido por la afición del Anxo Carro, cazó un rechace en la frontal del área y con la derecha hacía el cuarto. Con los cuatro de ventaja bajó el pistón el Almería para no hacer sangre y evitar contratiempos. Además, consiguió otro objetivo, el de dejar la portería a cero. Con una alineación con más oficio y mono de trabajo, el Lugo solo pudo ver pasar al ciclón rojiblanco por su campo. Buenas sensaciones, alegría merecida y 39 puntos. Ahora otro parón, pero con más tranquilidad.
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