El Almería confirma su solvencia en defensa dejando su portería a cero

A lo largo de las últimas semanas los profesionales de la Unión venían pregonando sus deseos de poner fin a la crisis, sin que el ansiado punto y final a los malos resultados llegara. Les faltaba dar el paso más importante convertir en realidad esos deseos, es decir hacer la obra en el campo para demostrar su amor programado con la palabra.
El sábado lo hicieron y con ello llevaron la felicidad a los casi diez mil fieles que se dieron cita en las gradas del Mediterráneo, inconquistables por el desaliento.

El Almería no fue peor que el Cádiz en Carranza, pero falló en las áreas. En la propia regalando dos goles, pese a que se pudo apreciar una mejora general por el hecho de que sólo concedieron un disparo sobre la portería de Fernando. En la contraria porque el último pase no llegó o porque faltó definición.

Frente al Deportivo todo cambió, posiblemente por lo pronto que se abrió el marcador. Hasta el minuto 81 no llegó el primer disparo del Deportivo a puerta, lo que da idea de la solvencia defensiva de las lineas de cuatro juntas, intensas y coordinadas en la defensa de su marco. Los cuatro goles marcados ponen de manifiesto que en esta oportunidad las ideas fluyeron con mucha mayor claridad en ataque. El equipo ni antes era tan malo, ahora ni se pueden ni se deben lanzar las campañas al vuelo, pero la goleada al Deportivo de la Coruña debe servir para elevar la moral de todos, equipo y afición de cara al tramo final de la competición en la categoría de plata. El Almería alcanzó los 50 puntos de la salvación, ratifica su condición de equipo más goleador con 51 tantos y se mantiene tercero.