El partido de ayer se resume en solo dos minutos: los que duró la pausa de hidratación del segundo tiempo, superado ya el 70. Mientras Fran Fernández aleccionaba libreta y bolígrafo en mano uno por uno a sus jugadores, generando alta tensión, Guti deambulaba con la mirada perdida en la zona de área técnica sin aportar ni una palabra, ni una idea a los suyos. Esa es la imagen que refleja la diferencia abismal entre un entrenador que sabe lo que hay que hacer y otro que no hace nada porque no sabe qué hacer.
La UD Almería vuelve a entrar en el túnel del miedo. Derrota con graves consecuencias en la clasificación para el conjunto rojiblanco, que se sitúa otra vez a cinco puntos del ascenso directo. Después de dar el golpe de autoridad en La Romareda, la tristeza inundó de nuevo a los rojiblancos. Se jugó a lo que quiso Fran Fernández, con un planteamiento de partido donde cortocircuitó completamente el juego local. El Alcorcón llegó al Mediterráneo con la mente despejada, con las ideas claras, juntando las líneas. Sabían que su momento llegaría.
Orden
El Almería llevó el peso del partido, y aunque inició el encuentro con balones largos buscando a Darwin Núñez, que a punto estuvo de superar a Dani Jiménez, poco a poco se fue apagando la luz rojiblanca. Cerca del descanso se desató la tormenta. Boateng y Ernesto hacen una pared en banda izquierda, superan a Martos y el extremo alfarero cruza ante Fernando para hacer el definitivo 0-1.
Fran exigía cambiar de guión al Almería, que no encontró soluciones. El paso de los minutos iba dinamitando las posibilidades no solo de remontada, sino de igualar la contienda. Los rojiblancos terminaron de romperse en el campo, sin lazo de unión entre la defensa y los delanteros. Guti terminó con Barbero, Darwin y Muñoz, toda la dinamita, pero no había gente que le llevara la pelota. Tras una victoria de oro en Zaragoza, el Almería volvió a desaparecer en el Mediterráneo. El problema es que la ausencia de un plan B en partidos de este tipo puede ir más allá y convertirse en miedo escénico. Los futbolistas han sumado dos decepciones importantes en una semana en casa, donde aún le quedan cuatro compromisos más, y también han visto alejarse de nuevo a sus rivales directos en la lucha por el ascenso.
Fran llevó el choque a su terreno, leyó cada momento, y el Alcorcón supo sufrir como equipo para llevarse el triunfo y seguir siendo uno de los mejores de Europa como visitante. Al Almería le queda agarrarse a chispazos de calidad en el Estadio y no coger miedo. Un paso atrás preocupante cuando no se podía fallar. Fran venció contra Guti.
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