Siete miembros del Fuenlabrada que estaban confinados en A Coruña han salido este domingo del hotel en el que se alojaban y han regresado a Madrid mientras que otros siete, seis de ellos sin el alta epidemiológica, continúan en el complejo hostelero de la ciudad gallega.
El Servicio Gallego de Salud dio el alta a siete miembros de la expedición del Fuenlabrada en A Coruña, informaron fuentes del Sergas.
Todos ellos abandonaron el hotel Finisterre minutos antes de las 12:30 horas en un autobús que les ha trasladado al aeropuerto para viajar a Madrid.
Se unen así a los 33 que recibieron el alta epidemiológica el pasado viernes.
En este momento, solo quedan seis miembros del club que deben continuar aislados, según los protocolos sanitarios, y, con ellos, otro integrante de la expedición.
Chico Flores se despide de A Coruña después de "unos días para el olvido"
El jugador del Fuenlabrada Chico Flores compartió este domingo una emotiva carta, en la que despide unos "días para el olvido" y es que él vivió, además del confinamiento en un hotel de A Coruña, su ingreso hospitalario dado el empeoramiento de su estado de salud tras su positivo en COVID-19.
Chico Flores recordó que éste fue el segundo confinamiento separado de sus hijos, insistió en la peligrosidad del virus y deseó que el conflicto deportivo abierto tras la suspensión del partido que debían disputar ante el Deportivo de la Coruña se solucione a favor del Fuenlabrada, puesto que en esa última jornada de LaLiga SmartBank debían haberse jugado el pase a la fase de promoción a la Primera División.
"Pienso y digo que de las experiencias negativas se aprende mucho más que de las positivas. Atrás dejamos estos días para el olvido, volviendo a Madrid, pensando en un futuro bonito. Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes", escribió el futbolista.
Este es el contenido de los tres folios que Chico Flores compartió en su perfil de Twitter:
"Tiempos de reflexión".
Ya son muchos días encerrado en una habitación, escuchando las gaviotas y el sonido del mar por una pequeña ventana. Sonidos que te hacen pensar y reflexionar, como deportista, como padre, pero sobre todo como persona.
Son ya dos confinamientos separado de mis hijos, momentos impagables que son oro puro y que no vuelven ni volverán. Momentos como las primeras palabras de mi hijo Gael o los primeros andares de mi hija Chloe. Momentos en los que tristemente no he podido estar a su lado para disfrutarlos por culpa de este maldito virus.
Virus que esta vez me ha tocado vivir de cerca y del que la mayoría de la humanidad piensa que no es peligroso después de haber acabado con miles de personas inocentes. Virus que como nos descuidemos y no sigamos las indicaciones sanitarias que nos dan día a día, volverá a actuar sin mirar razas ni edades.
Vida solo hay una, es un regalo de dios; un regalo que empezaremos a disfrutar cuando nos demos cuenta de que realmente la riqueza es la familia, las amistades verdaderas, las personas que están para lo bueno y para lo malo, y el tiempo... tiempo que pasa muy deprisa y que malgastamos en momentos y personas que no debemos.
Deportivamente, son momentos complicados. Vinimos con ganas e ilusión a jugar un encuentro que podía ser histórico para nosotros y en el que al final nos vimos envueltos en un problema y doblemente perjudicados. Tanto deportivamente, como en la salud, que es lo prioritario y lo más importante ya que sin ella no somos nadie.
Problema que esperamos, deseamos y confiamos en que se solucione lo antes posible y a favor de nosotros después de demostrar con indicios suficientes nuestra inocencia.
Deportivamente, económicamente, y en la salud, ha sido y sigue siendo un año difícil para el mundo entero. Momentos en que las personas tienen que unirse, dialogar y darse la mano para sacar todo esto adelante.
Gracias a todas las personas que han gastado un momento de su tiempo para enviarnos apoyo y fuerza. Familia, amistades, personas desinteresadas, nuestra afición del CF Fuenlabrada, etc.
Mención especial para los sanitarios que me cuidaron y que cuidan a miles de enfermos en el hospital. Ellos sí que son verdaderos héroes y son los que realmente luchan día a día contra esta maldita pandemia.
Por último, dar las gracias enormemente al hotel NH Collection A Coruña Finisterre y a todo su personal por estar siempre atendidos de la mejor manera posible. Son personas, tienen familias y aún así han tenido que tratar con enfermos por COVID-19 con la mejor cara y predisposición para que no nos faltara de nada y nuestros días fueran más amenos.
Soy de los que pienso y digo que de las experiencias negativas se aprende mucho más que de las positivas. Atrás dejamos estos días para el olvido, volviendo a Madrid, pensando en un futurobonito. Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes./ Chico Flores".
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