(2-0): La unidad B también pide paso en el Almería

Lazo y Sadiq, de penalti, mantienen la gran racha rojiblanca

José Carlos Lazo cierra el puño celebrando el primer gol del Almería.
José Carlos Lazo cierra el puño celebrando el primer gol del Almería. Juan Sánchez
Carlos Miralles
00:14 • 27 nov. 2020

Un Almería más obrero, pero igual de efectivo. José Gomes continúa fiel a su estilo y con la carga tan importante de partidos hizo rotaciones en todas las líneas. El único ‘superviviente’ fue Jorge Cuenca. Desde Fernando hasta Ramazani, que empezó en punta de ataque, los futbolistas tenían que sacar adelante un compromiso difícil, porque el Tenerife aterrizaba en el Mediterráneo con ideas y fuerzas renovadas con Luis Miguel Ramis.



La alineación rojiblanca era de pico y pala, con hombres no tan rápidos ni verticales, pero para llegar a la victoria existen muchos caminos y el Almería optó por ir madurando y desgastando al adversario. La primera mitad tuvo dominio alterno, con el Tenerife valiente en el inicio y con una jugada polémica, en la que Jorge Cuenca marcó gol y fue anulado por una posible falta a los centrales visitantes. Se dejó a interpretación de Moreno Aragón y siguió el empate.



A más
Cuando un equipo está en racha y busca que esa dinámica no cambie, casi todo le sale bien. Nada más iniciarse la segunda mitad, un centro desde la derecha de Aitor Buñuel desembocó en un claro penalti de Bruno Wilson a Lucas Robertone, ya que saca la mano y golpea al argentino. José Carlos Lazo, al que se le vio más activo durante el duelo, fue el encargado de poner por delante al grupo.



El 1-0 dio aire fresco y respiro a una UD Almería que a punto estuvo de meterse en problemas, tal y como ya ha ocurrido en otras jornadas. Fruto del marcador, de tener el botín en sus manos, el instinto protector hizo replegar líneas al equipo. Sin embargo, José Gomes no estaba dispuesto a sufrir y metió dinamita y miedo al Tenerife. Umar Sadiq y José Corpas se convertían en quebraderos de cabeza para la defensa rival, mientras que desde atrás un Jorge Cuenca inconmensurable dirigía a los compañeros con maestría. Si algo tiene este Almería es potencial, y cualquier fallo se penaliza. Sadiq se plantó en el área y Sanz no tuvo más remedio que derribarlo. Tras una disputa por la pelota entre el nigeriano y su compañero Villar, fue el ‘9’ quien asumió la responsabilidad y marcó con suspense, ya que Ortolá llegó a tocar el balón.



Paso al frente
Con la unidad B, con diez caras nuevas en el once, fue suficiente para sacar el partido, aunque también hay otros puntos a estudiar. El míster, soberbio en las rotaciones desde el banquillo, dio templanza y seguridad con Maras aportando refresco a los centrales, y Morlanes en la medular. No hubo brillo ni jugadas para echarse las manos a la cabeza, pero la Segunda entiende de victorias y de dinámicas. Con 23 puntos de 27 posibles y a dos del ascenso directo, este Almería invita a soñar. Llegarán derrotas, y de nuevo malas rachas, aunque Gomes cuenta con su unidad B.






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