(1-0): Sadiq sonríe y el Almería crece

Otra victoria sufrida para acercarse al ascenso directo

Carlos Miralles
21:35 • 09 dic. 2020

La cara de Umar Sadiq refleja el sentimiento de toda la UD Almería. Al fin el delantero estrella de la plantilla sonríe, disfruta y marca goles determinantes para el equipo, que da otro paso de gigante en su camino hacia el objetivo ganando a un buen Real Zaragoza. El trayecto hacia el triunfo se inició con un once que ya no sorprende, pero sí responde. De nuevo un equipo totalmente distinto al de la jornada anterior para un José Gomes que también respira aliviado gracias a una racha tan prometedora como impresionante: de los últimos trece encuentros el Almería solo dejó de ganar en tres: empates con Cartagena y Girona, y derrota con el Mallorca. El partido puso la competición al día y la ocasión era perfecta para llamar a la puerta de Mallorca y RCD Espanyol.



Partido duro
El Zaragoza había estudiado muy bien las debilidades rojiblancas y fue a por el balón, a quitarle el caramelo a Petrovic, De la Hoz y Robertone, los encargados de construir las acciones de ataque. Cuando daban una velocidad más al juego -en raras ocasiones-, sí que sufrían los maños. 



En una lucha cuerpo a cuerpo las fuerzas estaban muy parejas, pero el Zaragoza tenía miedo de que el choque se fuera a un duelo de calidad individual y colectiva. El descanso vino bien al Almería, despejó la mente y se puso a trabajar para no dar posibilidades al rival. Umar Sadiq, ese delantero extraño que no para de correr, da el toque diferente al Almería y también puntos. El nigeriano tiene una ventaja y una cualidad que le hace distinto: lee las jugadas con antelación. Jair Amador tardó un segundo extra en dar un pase y eso frente a Sadiq es una temeridad. El ‘9’ recuperó, cedió a Corpas, el jiennense a Carvalho, que tras esperar el desmarque de su compañero, sirvió una pelota de oro para el 1-0. El gol fue de clase y quilates, porque sin espacio ante Cristian, picó la pelota haciendo imposible el despeje al guardameta y también a los defensas.



Umar se va quitando el caparazón y su sonrisa tras el tanto refleja el estado actual de la plantilla y del cuerpo técnico. No fue el día más brillante de juego colectivo, pero la calidad también cuenta para ganar. Y como cualquier guion en una película de Segunda, lo mejor, o en este caso, la incertidumbre y la intriga, quedó para el final, con un centro lateral que a punto estuvo de convertir en el 1-1 el Toro Fernández. Con el triunfo, la alegría se desbordó en el seno rojiblanco, porque con 35 puntos se ponen muy cerca de Espanyol y Mallorca.



Las rotaciones le funcionan a Gomes y los resultados acompañan. Conquistada la tercera plaza, el grupo quiere más y va a la caza del ascenso directo. Una plantilla que empezó en descenso va en escalada y aprendiendo cada día de su entrenador y de lo que exige la Liga.






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