Nos estamos acostumbrando a ser recibidos en los campos de España como uno de os mejores equipos de la Segunda División. Todo son elogios para el club, plantilla y entrenador: puro peloteo para luego ir a por el Almería sin piedad como mandan las leyes del fútbol.
A todos nos gusta que nos digan 'guapo' los piropos sientan bien y problemas: los justos. Digo esto porque se ha convertido en una constante a la hora de hablar del Almería de hacerlo de un equipo grande y con aspiraciones de Primera: lo sabemos.
Tanto bueno nos llega de fuera que nos encontramos muy contentos de terminar un año tan difícil con el equipo apuntando a Primera con la flecha hacia arriba. Todo son ventajas pero hay que mantener la línea y esto es lo difícil.
Me quedo con el mensaje de José Gomes cuando habla de "seguir mejorando y espero mucho más de mis jugadores", ese es el camino a seguir para no caer en la tentación de salir a los campos mirando por encima del hombro y pagarlo muy caro.
Lo decía el mítico Esteban Andrés, gran portero y un sabio del fútbol: "Mucho dulce pica diente" y eso es lo que debemos de aprender desde ya para seguir siendo ese Almería piropeado. Fuertes pero humildes y respetando a todos los rivales. No queda otra.
Estamos viviendo un momento de fantasía con un equipo que hace lo más importante: ganar. Me consta que se puede jugar mejor y el margen de mejora es muy grande pero en Segunda se juga para subir a Primera: y vamos por el buen camino.
Nos elogian tanto desde fuera que nos lo debemos creer desde la humildad y el respeto. Conscientes de la exigencia que merece una empresa tan complicada como subir a Primera División.
Vamos a ser fieles a Esteban Andrés y nos aplicamos el cuento o su refrán verdadero que dice: "Mucho dulce pica diente".
¡Vamos Almería!
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