(3-1): Huracán de fútbol y recital de Sadiq para volver a disfrutar

En solo media hora el partido quedó sentenciado. Akieme fue expulsado

Carlos Miralles
23:13 • 03 ene. 2021

Comienza 2021 con la UD Almería mandando un claro mensaje a todos sus rivales. Recital rojiblanco para derrotar a la Ponferradina y alcanzar los 41 puntos, a solo uno del ascenso directo. Era una prueba importante para el equipo, que venía de perder en el último duelo de 2020, pero lejos de caer en dudas, los hombres de José Gomes desplegaron todo su potencial para finiquitar la contienda en solo media hora. No se había cumplido el segundo minuto cuando Umar Sadiq rompía la red berciana. Magnífica combinación de Morlanes y Aketxe que acaba en definición maestra del nigeriano. No solo es el gol, sino la forma de celebrarlo, mucho más acoplado, adaptado, y feliz, en su nueva casa. Precisamente el partido se movió al estilo de Aketxe. Su polivalencia volvió loca a la Ponferradina y sus pases siempre iban con peligro. En el minuto 21, otro picotazo.



Imparable
La Ponferradina veía pasar la pelota como un avión, incapaz de leer el fútbol rojiblanco; fruto de esa impotencia y desconcentración cayó el segundo. Saque de esquina de José Carlos Lazo; el meta Caro no acierta a despejar y Maras coloca la pelota en bandeja para que Sadiq marque el segundo. Siete minutos más tarde la magia seguía ofreciendo espectáculo en el Mediterráneo. Umar Sadiq caza otro balón muerto en el área y, con un poco de lío de por medio, consigue marcar desde el suelo. Tan fácil lo vio que casi convierte un gol cantado en la pifia de la temporada en Segunda. Media hora de vendaval, de huracán del Almería con Umar Sadiq capitaneando la nave para convertirse en el máximo goleador de la plantilla con nueve dianas. 



Incompleto
Es indiscutible que el Almería juega cada vez mejor, con un centro del campo de quilates con Morlanes, Samú y Aketxe. Si no llegó el cuarto fue porque Sadiq se estrelló con el poste. Sin embargo, la nota se queda en un aprobado porque en la segunda parte hubo una desconexión poco habitual en este plantel.



La Ponferradina, sin nada que perder, se fue arriba con gente de refresco, aunque sin generar peligro. Contra todo pronóstico, cada minuto que pasaba apagaba más a los almerienses, que perdieron esa circulación rápida para crear oportunidades; la más clara en las botas de Juan Villar, a pase de Samú Costa, que salvó Caro. Los problemas crecían, ya que Sergio Akieme era expulsado con una roja clarísima tras una entrada a Paris Adot, previa revisión en el VAR. A falta de nueve para el final Curro Sánchez batió a Giorgi Makaridze desde la frontal del área. Una diana que siempre genera malestar en un equipo que lo tenía todo bajo control y jugando en su propio Estadio.



Conexión
La buena noticia es que el Almería, cuando está enchufado y eléctrico, es imposible de detener. En media hora dejó finiquitado el duelo con la Ponferradina y Umar Sadiq ya se ha convertido en el Pichichi del equipo. Por otro lado, en cuanto aparece la relajación o se pierde el contacto con la pelota, la calidad desaparece y llega el sufrimiento. La victoria, más allá de las sensaciones, acerca el ascenso directo a un punto. Como los buenos alumnos, nadie se conforma con aprobado o notable, sino que quieren el sobresaliente.






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