Hay partidos, equipos y entrenadores que no se dan y con Anquela la llevamos clara. Se la hicimos en santo Domingo y la ha devuelto bien en un partido donde el Almería vuelve a fallar y no supera la prueba del algodón, mejor dicho la prueba del Alcorcón.
Nada cambió el rival del Almería e hizo todo lo que José Gomes anunció. Todo según lo esperado, luego falló el Almería que no supo darle al partido la velocidad que necesitaba y se mostró plano en ataque y previsible en todo. Un partido flojo.
Son tantas veces las que ha sucedido esto que uno ya empieza a temerse lo peor porque Sabadell, Cartagena, Las Palmas, Logroñés y ahora Alcorcón son equipos a los que debió ganar el Almería hagan cuentas.
Me aterra el Play Off
En la prueba del Alcorcón ya podemos tomar nota de cara a un Play Off de lo que puede suceder con jugadores tan jóvenes que fallan lo fácil y obran el milagro en lo difícil. No tiene suficientes recursos este Almería para superar eliminatorias y a las pruebas me remito.
El partido de Anquela lo puede calcar un Sporting, Rayo o Leganés y nos quedamos con un palmo de narices. No se puede hacer justo lo que espera el rival y luego lamentar o justificar mejoría con los cambios. O subidos directamente o a Turki le da un infarto.
No eligió bien las piezas
No era el partido de Aketxe ni lo era Brian Rodríguez. El primero porque ralentiza el juego por su calidad y el segundo no tiene ritmo de competición y con la técnica no basta en Segunda. Ya empezamos mal con los primeros once elegidos.
Mejoría con los cambios Carvalho y Fran Villalba pero luego en un ataque de entrenador va y mete José Gomes a dos artilleros más para jugar con tres nueves cuando lo que necesitaba su equipo era un ingeniero que diera pases de gol. No estuvo fino el entrenador del Almería.
Mucha artillería y pocos ingenieros
Me quedo con la defensa que estuvo más ajustada y con la portería a cero, pero poco más se puede salvar de un Almería flojo en la medular y sin llegada por las bandas. Toro era previsible.
Creo que Lazo debió de entrar en el partido como ingeniero que es para intentar un paso o un remate lejano. No hicimos pupa a un rival al que se le hizo largo el partido y siempre tuve claro que no por meter más delanteros se meten más goles.
Conclusión: que no hemos superado la prueba del Alcorcón.
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