Un alma en pena

Desde la vuelta de vacaciones, el Almería ha perdido potencia en los motores que le habían llevado a ser líder en solitario y destacado. Mientras tanto dos bólidos le han pasado como rayos y han usurpado las dos primeras plazas, casi con toda seguridad en propiedad.

En el Carlos Tartiere el sábado por la noche no hubo ninguna novedad en el juego de este Almería desaparecido. Con un sistema de juego de antaño, nostálgico, pasado de moda cuya principal rémora es su falta de contundencia en las áreas el Almería fue un alma en pena que dio una triste imagen que no pudo salvar ni al entrada del delantero nigeriano Umar Sadiq.

Dos goles encajados de Verbena, poca presencia de efectivos en el área rival en el primer periodo y una sensación de impotencia y frustración alarmantes llevan el pesimismo a la antes ilusionada masa de abonados del Almería en la categoría de plata del fútbol nacional en este curso.