Íñigo Eguaras se sincera

La salida de Íñigo Eguaras del Real Zaragoza rumbo a la UD Almería sigue dejando capítulos.

En la última entrega ha dejado las cosas claras, ya que no esperaba que el club maño le colocara en el mercado, tampoco ha tenido enfrentamientos con Juan Ignacio Martínez y que espera lo mejor para su ya exequipo. Además, sigue confiando en Rubi y los compañeros para conseguir su primer ascenso a la máxima categoría de su carrera deportiva. Todo ello en una entrevista con Santi Valero, de El Periódico de Aragón, donde hace un repaso exhaustivo a un mes de enero que no ha sido fácil para el navarro.

Pregunta: ¿Cómo se encuentra?

En el Almería muy bien, mejor de lo esperado y me han acogido estupendamente. Era mucho tiempo allí y se nota ahora el cambio. Es que en el Zaragoza lo tenía todo, hice muchos amigos, me sentía como en casa, estaba cerca de Pamplona, la ciudad me gustaba, jugar en La Romareda, la afición… Es que era todo. Y en un momento tienes que cambiar de aires, cuando menos te lo esperas.

Dice bien, cuando menos se lo espera. En diciembre el Zaragoza rechaza una oferta del Almería por usted.

Es así y sigo sin entender cosas. Llega una oferta por mí, una propuesta con traspaso en firme y no ahora que es solo en caso de ascenso. No le di muchas vueltas, fue una cosa de un día para otro. Mi agente y yo queríamos saber qué iba a ser de mí, qué idea tenía el club y sus intenciones en el mercado de invierno, porque no estaba siendo fijo y me sentía en un segundo plano. Ellos me dicen que no salgo, que cuento para ellos y un mes después me dicen que ya no cuentan conmigo. Es que es inexplicable, hay algo que se me escapa, no lo entiendo.

Eso fue tras el partido en El Toralín el 9 de enero.

Sí, tras un entrenamiento. Me llama Miguel (Torrecilla) y me traslada que el club me pone en el mercado y que si hay alguna oferta la escucharán. No quise revolver más cuando lo oí, tuve la suerte de que pronto me llamaron equipos, volvió a salir lo del Almería y lo vi muy claro.

¿Hubo algún tipo de roce o enfrentamiento con el entrenador?

Sé que se ha dicho eso. Es una mentira absoluta, nunca me he enfrentado a un entrenador ni lo haré. No son los valores ni la educación que me han dado. Es que se han dicho otras mentiras, ha salido que yo era una de las personas tóxicas dentro del vestuario, junto a otros compañeros, y es falso. Desde que he estado en el Zaragoza siempre he intentado inculcar unos valores a los jóvenes y a los fichajes, integrarles lo más rápido posible y hacerles ver lo que es ese club. Que salgan cosas así me hace daño, porque nadie del club ha salido a desmentirlo y no sé si esas filtraciones salen desde dentro del Zaragoza o no. En años anteriores no había salido una imagen así de mí y ahora por desgracia está saliendo. Cada uno que piense lo que quiera, pero sé lo que sé, mis compañeros me conocen y tengo la conciencia tranquila.

¿Se ha ido dolido por lo vivido?

Sí, porque es una situación que no me esperaba. Me ha dolido y me ha hecho daño, pero más que por el hecho de haber salido del club, que eso se entiende, es fútbol y hay cambios, es por la imagen que ahora están intentando dejar de mí, como de Adrián o de Javi Ros. Es una imagen muy equivocada y me duele que nadie haya dado un paso al frente y dé la cara por nosotros. Son muchos años en el club, teníamos un peso en la plantilla y que se nos haya tratado así no es de buen gusto.

En el Almería luchan por un ascenso que para usted supondría una conquista porque no ha jugado en Primera.

Si se da supondrá la consecución del mayor logro que piensas cuando empiezas de niño, jugar en Primera. Nos quedan todavía jornadas, estamos cerca, tenemos que acabar esta mala racha y sumar de tres en tres y ver hasta dónde nos da, si es al ascenso directo o, si no, en la promoción hacernos fuertes y subir.

¿En su quiniela el Almería sube directo?

Sí, sin duda. Hay un gran grupo, para mí el equipo más fuerte de la categoría cuando lo veía desde fuera y ahora lo he confirmado, un gran entrenador además y sin lugar a dudas es un equipo de subir directo. A ver si lo conseguimos.