El pavo real

Cuando el grajo vuela bajo: "Hará un frío del carajo", y eso es lo que sintió en el cuerpo aquel mes fatídico el entrenador del Almería. Los malos resultados debilitan a cualquiera y le vio las orejas al lobo Rubi.

Llegó a jugar un partido para la puerta grande o la enfermería y lo superó ante el Ibiza de Paco Jémez. Este partido marcó un antes y un después para el Almería que debe acabar en Primera División.

Hay entrenadores que cuando ganan un partido hay que tirar tabiques de la sala de prensa porque entran inflados como un pavo real y otros que se amparan en la sensatez y el conocimiento para no caer en el error de la vanidad.

Orejas tiesas

El entrenador del Almería no da bandazos y su mensaje siempre es el mismo ganando y perdiendo. esto le ha salvado la cabeza y le hará llegar siempre al club, a los futbolistas y a los aficionados.

Ni una voz más alta que otra cuando encadenó un mes nefasto. Busco las 'patas de la mesa' y con ellas miró al frente para abrir la puerta grande sin mirar a la enfermería. Lo ha salvado su mensaje.

Conocimiento

Pero no todo es verbo (que tiene mucho Rubi), el secreto está en la masa porque cuando habla alimenta diciendo cosas. Pocos tópicos y mucho conocimiento en cada uno de sus mensajes que: llegan a todos.

No es tonto y sabe que tiene en su plantilla lo que no se entrena. Eso que llamamos chispazos de calidad le ganan partidos. En un minuto loco su equipo derriba al rival y esto le tranquiliza. Nos da confianza.

Su mejor fichaje

No pidió nada en el mercado de invierno pero nos ha regalado la mejor versión de Umar Sadiq y ha enganchado para siempre a una afición que tuvo en Málaga ese punto de inflexión que necesitaba el equipo.

Ha llegado al alma del seguidor y está poniendo los cimiento de algo grande. Con el debido respeto entra en la sala de prensa con la humildad por bandera mientras otros se bufan cuando ganan y se esconden en la derrota.

Hay entrenadores que no caben en la sala de prensa.

Cuando el grajo vuela bajo...