Sacrificarse hasta el límite de lo imposible

La UD Almería vuelve al tajo de la competición después de haber hecho sus deberes frente al Sporting, lo que le permite mantener la prebenda de depender sólo de sus méritos para conseguir el objetivo, un privilegio del que sólo disfruta el Eibar además de los nuestros. Pero por delante quedan cinco durísimas etapas por recorrer en las que los almerienses tienen la ineludible obligación de salir triunfantes.

El primer gran escollo se presenta en El Plantío donde el Almería acude con la ineludible obligación de puntuar ante uno de los rivales más duros de pelar de la categoría cuando actúa ante su público. Casi todos los equipos apuran los últimos sorbos de la Liga regular. En este sentido el Almería busca el gran reserva de la Liga Santander. Para asegurarse su embriagador sorbo, el maná de los dineros publicitarios y televisivos, sabe que necesita sacrificarse hasta el límite de lo imposible, meter riñones, dejarse la piel, exprimir al máximo la sapiencia futbolística de sus jugadores para hacerse acreedores de saborear el mejor vino.

Estoy convencido de que una victoria en Burgos supondría para nuestro equipo más de medio ascenso y llegar a la jornada decisiva del próximo fin de semana, en el que se disputa un Eibar-Valladolid, inmejorablemente colocados.

El rival

Por su parte el Burgos llega a este partido con la satisfacción del deber cumplido ya que con 50 puntos se asegura la permanencia en el año de su vuelta al fútbol profesional a falta de cinco jornadas para el final, lo que es indudablemente un gran éxito. Este gran logro de cuadro burgalés se ha cimentado en sus actuaciones en casa donde ha sumado 35 puntos, mientras que en los desplazamientos sólo ha logrado 15.

En El Plantío los Julián Calero sólo han perdido 3 de los 18 partidos que han disputado. La base fundamental del éxito de los castellanos como locales ha estado en el gran trabajo de su entrenador que ha logrado darle una solidez defensiva a su escuadra que le ha llevado a ser el equipo de la Liga que menos goles ha encajado como local, sólo 9, mientras que el Almería ha recibido en el Mediterráneo 14. Con defensa de cinco han conseguido asegurarse no perder haciendo sólo un gol ante su público. Además en diez partidos los rivales se fueron sin batir su portería.

Míster Rubi

Estos datos deben de servir de base a Rubi para elegir los jugadores que esta tarde formen la alineación titular, que no al dibujo porque éste es innegociable para el entrenador del Almería. Para este partido recupera a Eguaras, que no pudo estar ante el Sporting por sanción. 

Para este trascendental y vital choque parecen tener asegurada una plaza de inicio el meta y la defensa habitual, así como César de la Hoz por delante de los centrales y Sadiq y Ramazani como jugadores más adelantados, salvo que alguno de ellos tenga algún tipo de impedimento físico. Quedarían por cubrir tres plazas que cuentan con seis aspirantes de garantía: Eguaras, Samú, Portillo, Robertone, Arnau y Curro. En cualquier caso la elección que haga el preparador rojiblanco repercutirá en el rendimiento del equipo, pero no supondrá ningún tipo de sorpresa para Julián Calero, entrenador del Burgos, que basará su actuación en anular a Sadiq poniéndole dos ‘secuaces’ para evitar sus internadas y en sorprender a la defensa almeriense, sobre todo en el inicio del choque, con llegadas por las bandas y en estrategia.

Da la impresión de ser un partido para ganarlo desde el 0-0 y con paciencia, como el anterior frente al Sporting.

Para dirigir este partido, sin lugar a dudas el de mayor interés de la jornada, ha sido designado Pulido Santana, lo que indica que el colegiado de Las Palmas está entre los máximos candidatos a dar el asalto de categoría, lo que podría hacer de la mano del Almería. Estará ayudado en el VAR por el asturiano Areces Franco.