La foto que habla

Hay fotos que dicen muchas cosas y la última de la UD Almería celebrando la victoria en el vestuario después del partido ante el Amorebieta en el Estadio de los Juegos Mediterráneos es una de esas imágenes que valen un tesoro por lo que dice la foto.

La imagen no la hizo ni el Maestro Felipe Ortiz ni el gran Juan Sánchez, pero es un tesoro porque esa foto, la última del Almería, enseña cómo es este Almería que comenzó a diseñar Rubi hace un año.

La foto muestra que todos son felices en el Almería: titulares, suplentes, lesionados... todos. Este es el Almería de Rubi, no hay otro, una plantilla que hace un tiempo formó una familia, de las buenas.

La clave

Estamos en un vestuario que será de Primera la próxima temporada y donde habrá muchas caras nuevas, seguramente quedarán pocos de los que consigan llevar al equipo a la Liga de las Estrellas, pero la afición jamás olvidará a esta plantilla que un 7 de mayo se puso a dar vueltas al campo para agradecer el apoyo de una afición fantástica con Turki en el palco. Todo salió como querían en el Almería, perfecto, pero volvamos a la foto.

Hay un jugador enseñando una camiseta. El futbolista es Appiah y la camiseta es la de Curro, que no estaba en e vestuari. Se quedó en casa con fiebre, pero ahí estaba su camiseta, ahí estaba él.

Este es el Almería, el que un día formó una piña, aunque suene a topicazo, y que nos llevará de nuevo a Primera División. El Almería más rico de la historia es también el Almería más humilde de la historia, esa es la clave. Turki volvió a Riad con la camiseta puesta del Almería. Volverá.