El Zamora de Segunda abre su corazón

Cinco temporadas en la UD Almería, un suplente ejemplar hasta que le llegó la hora de la titularidad, ha logrado el ascenso a Primera como capitán junto a De la Hoz y para redondear el mejor año de su vida se convierte además en el Zamora de la competición. Es Fernando Martínez Rubio.

El mejor portero de Segunda hace las maletas para marcharse a Primera División vestido de rojiblanco, todo ello sufriendo hasta el último instante como manda el ADN del Almería. La transición Alfonso-Turki marcó un antes y un después hasta que el proyecto de la nueva propiedad alcanzó el objetivo: "Ser capitán conlleva una responsabilidad grandísima. Llevo cinco temporadas aquí y he vivido de todo, incluso con dos presidentes. Pasamos de pelear por la permanencia al ascenso, que nos ha costado pero hemos conseguido".

Base sólida

De los errores se aprende y el Almería fue confeccionando cada vez mejor su plantilla. Se fue armando con gente joven y retoques de experiencia para terminar como campeón de la categoría. Para Fernando la clave empieza desde atrás, de una zaga que no permita facilidades, y es justo ahí donde el equipo ha cimentado la base del éxito para que después el ataque sacara su magia: "Los equipos tienen que formarse y crecer desde atrás, siendo sólidos, encajando poco, y así se consiguen los objetivos. Este año estuvimos muy bien y fue el secreto de la temporada".

Era el año del ascenso

Ni en su peor pesadilla estaba quedarse un año más en Segunda. El mensaje de prudencia ha sido clave durante el ejercicio 21-22 pero Fernando sabía que el Almería iba a ser de Primera por la trayectoria que habían seguido y la forma de manejar al grupo de Rubi y sus ayudantes, ya que en enero el grupo se hizo más fuerte: "La sensación de que este año tocaba. No sé si es por el grupo, la forma de trabajar, pero sentíamos eso. Cuando me preguntaban decía que sí, que era la temporada. Después de una primera vuelta espectacular no empezamos bien la segunda por diversas circunstancias. Todo lo que se hizo se podía perder en poco tiempo y no fue fácil, pero desde el cuerpo técnico hicieron un trabajo mental para recomponernos".

Rojiblanco en Primera

Defender la portería del Almería en la élite del fútbol es el siguiente objetivo que persigue el meta murciano: "Tenemos una ilusión terrible por jugar en Primera. Algunos llevamos mucho tiempo peleando por este sueño y lo hemos hecho realidad". Cuando firmó por el Almería acompañó a René y luego a Makaridze. Aceptar tanto la titularidad como el banquillo forma parte de la vida de un deportista: "La portería es muy específica y siempre supe llevar las dos situaciones: jugar y ser suplente. Cuando me tocó esperar trabajé sin parar porque nunca sabes cuándo te puede llegar la oportunidad".