Por lo visto en Pucela queda claro que el futuro deportivo de la entidad rojiblanca queda en manos de Rubi y de las cuatro últimas incorporaciones realizadas por el equipo. El técnico si recupera el paso de las tres primeras jornadas y se deja de inventos perniciosos para el colectivo. Fundamentalmente si juega con dos delanteros, como mandan los manuales de los entrenadores modernos.
La pizarra
El extremo Embarba ya demostró en su estreno que es un futbolista válido, hábil, rápido y con buen disparo. Salió en el minuto 59 y tuvo tiempo de hacer cosas diferentes y lanzar un gran disparo que salvó un defensor.
Gonzalo Melero también es un futbolista con mando en plaza y presencia en el área rival, pero las lesiones han sido siempre su talón de Aquiles. Lleva dos jornadas de baja por lesión, una en el Levante y otra en el Almería. El equipo lo necesita.
La directiva ha tomado la decisión de dejar el gol en botas de dos profesionales de 20 años, Lázaro Vinicius y El Bilal Touré. El primero con espacios y el segundo como punta, que podría estar perfectamente acompañado por Ramazani.
La visita el próximo lunes de Osasuna será una prueba de fuego para Rubi y la directiva porque la afición está con la mosca detrás de la oreja y necesitará muy poco para soliviantarse..
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